Impulsar la necesidad de dialogo y coordinación con el gobierno federal, para exponer la urgencia de contar con una banca de desarrollo rural en México que favorezca los grandes proyectos agropecuarios, fue uno de los acuerdos de la primera reunión del año, encabezada por la Federación de Propietarios Rurales de Baja California (FPRBC), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) y la Secretaría del Desarrollo Rural (SADER).
Así lo informó Reynaldo Magaña Magaña, secretario general en Baja California, de la FPRBC, quien abundó sobre la importancia de generar una estrategia de financiamiento para el sector agrícola, que represente el impulso a la seguridad alimentaria nacional, en donde los apoyos del gobierno federal, serán la base y sustento para consolidar un sector agropecuario fuerte en México.
Explicó que, con la transición anunciada por el gobierno federal de la migración de la Financiera Rural a la Banca del Bienestar, se reduce -drásticamente- el segmento de productores a los que se debe de atender, lo que limitará el crecimiento del sector primario en México.
CAPACIDAD DEL ESPACIO AGRÍCOLA EN MÉXICO PARA LOGRAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Magaña Magaña explicó que la escasez global determinada en buena medida por los rendimientos decrecientes del suelo y el fin de la frontera agrícola, junto con la necesidad de producir para satisfacer una demanda creciente con las tierras disponibles, surgen dos elementos estratégicos para la seguridad alimentaria en México
El primero, dijo, es que los alimentos deben producirse al interior para alcanzar la autosuficiencia y el segundo elemento es que el país debe estar dispuesto a pagar el costo de producirlos internamente.
“Si bien en México hay cerca de 27.5 millones de hectáreas de tierra arable, la frontera agrícola casi está agotada sin que se produzcan los alimentos necesarios que demanda el crecimiento de la población de acuerdo a información del INEGI” dijo.
Explicó que la superficie del territorio mexicano es de 198 millones de hectáreas, de las cuales, se considera que 14% (27.4 millones) tiene vocación agrícola, mientras que 58% (115 millones) es de agostadero, o sea, para la producción ganadera; además, los bosques y selvas cubren 23% (45.5 millones).
En este contexto, dijo, y con un índice de población que va en franco crecimiento, tenemos que generar las estrategias que permitan impulsar la seguridad alimentaria nacional, de manera estratégica para las próximas generaciones.
Durante la reunión con el jefe de distrito 001 de la SaderBC Fernando Sánchez Galicia, acordaron hacer el planteamiento en el Consejo Estatal de Desarrollo Sustentable, para generar un frente común que fortalezca la necesidad de contar con una Banca de Desarrollo Rural.
En la reunión participaron, además, Antonio Ibarra, Secretario General de la asociación municipal en Ensenada y Leobardo Gaxiola, Presidente de la FPRBC en el municipio de San Quintín, así como la dirigente estatal de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, Anabelle Herrera Chávez.