La cuenca Tijuana-San Diego, una de las zonas fronterizas más dinámicas y vulnerables ambientalmente en América del Norte, enfrenta desde hace décadas una crisis por el manejo deficiente de sus aguas residuales. Sin embargo, un acuerdo binacional entre México y Estados Unidos marca un giro importante en la protección de este recurso vital.

Las autoridades de ambos países firmaron un memorando de entendimiento que busca acelerar la ampliación de dos plantas clave: la Planta de San Antonio de los Buenos, conocida como Punta Bandera, en Tijuana; y la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales, ubicada en territorio estadounidense pero que procesa aguas generadas en México.

El ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., destacó que este acuerdo representa un avance significativo en una problemática que ha persistido por décadas.

“Durante años, la frontera Tijuana-San Diego ha enfrentado un grave problema de manejo de aguas residuales. La mayoría de estas aguas desemboca en el estuario de Imperial Beach, un ecosistema sumamente sensible, que ha sido severamente dañado por escurrimientos y fugas del lado mexicano”, explicó Zavala.

La Planta de San Antonio de los Buenos, construida en los años 80 con una capacidad original de 1,100 litros por segundo, funcionaba con estándares deficientes y sobreflujo en años recientes. La nueva planta, con tecnología avanzada, tiene una capacidad de 800 litros por segundo, pero ahora el gobierno mexicano planea duplicarla a 1,600 litros, permitiendo tratar mayores volúmenes con mayor eficiencia y calidad.

Por su parte, la Planta Internacional, gestionada por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA/IBWC), actualmente procesa 1,100 litros por segundo. El acuerdo establece acelerar su expansión, con fondos ya asegurados, para duplicar su capacidad.

“Este esfuerzo conjunto refleja que, pese a las tensiones que puedan existir, ambos países pueden colaborar en la protección de un ecosistema compartido”, resaltó Zavala.

Un aspecto clave del acuerdo es el impulso al reúso del agua tratada, una estrategia vital en regiones con crisis hídrica como Baja California. Se están acelerando inversiones en plantas como La Morita y Los Olivos, para que el agua tratada se utilice en recarga de acuíferos y en zonas de Valle de las Palmas.

“El objetivo no solo es evitar que las aguas negras contaminen el canal, sino tratarlas de manera adecuada y reutilizarlas para el beneficio de la comunidad”, añadió Zavala.

Además, Zavala hizo un llamado para explorar la posibilidad de que el agua tratada, actualmente descargada al mar mediante un emisor submarino, pueda ser devuelta a México para usos agrícolas o recarga hídrica en lugar de desecharla.

Este acuerdo, presentado en la reciente cumbre de ministros de Medioambiente de América del Norte organizada por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) del T-MEC, refuerza su carácter internacional y el compromiso de ambos países con la protección ambiental.

“Hoy México y Estados Unidos dan un paso adelante en la gestión de un ecosistema compartido. Felicitamos a los gobiernos de ambos países y al de Baja California por atender un problema histórico con visión y compromiso. Aunque aún hay elementos por definir, como el manejo de lodos o el retorno de agua a México, estamos construyendo un camino de esperanza y colaboración”, concluyó Zavala.

Finalmente, el director del CIGAMX enfatizó que la ampliación de estas plantas representa no solo un avance ecológico, sino también una justicia ambiental para las comunidades de ambos lados de la frontera, que durante décadas han convivido con los impactos de un sistema colapsado. Ahora, parece que el agua, en lugar de dividir, está sirviendo para unir esfuerzos en beneficio común.

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Si bien no hay una contabilidad exacta, se sabe de los múltiples puntos de descarga de aguas negras, en donde una de las descargas de aguas no tratadas más importantes está ubicada en Punta bandera por la planta de tratamiento. 

Esta planta de tratamiento al momento se encuentra sin funcionamiento, como consecuencia la planta está descargando sin funcionar, por su parte la planta tratadora se declaró incompetente ante la emergencia por derrame de aguas residuales. 

Se han detectado descargas desde la zona de Santa Fe, desarrollos habitacionales que existen sobre la costa, como de los mismos cañones, en donde ingresan de manera directa al mar. 

Dentro de la campaña política la ahora Gobernadora del Estado Marina del Pilar, se comprometió con los pobladores de la zona a solucionar este grave problema el cual sigue a la fecha afectando las playas de Tijuana.

A través de un comunicado, la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) informó que se iniciaron las labores de reparación del cárcamo de bombeo de aguas negras en Playas de Tijuana que previamente habían provocado el derrame de aguas residuales.

Al lugar del desperfecto acudieron Eli Topete Robles, director de la CESPT; personal del distrito y el subdirector técnico para hacer la supervisión de las reparaciones, para así acelerar la reapertura de la playa, la cual fue clausurada de manera preventiva tras el peligro que representaba para los visitantes.

Luis Omar Raygoza Portillo, jefe de área de Agua y Saneamiento de la CESPT, notificó a José Navarro, quien es director de Protección al Ambiente en el Ayuntamiento de Tijuana, sobre el derrame causado en las playas del municipio y explicó que el problema se dio tras una falla en el suministro de energía eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el fraccionamiento de Playas de Tijuana.

Aclararon que los derrames causados no se mezclaron con el agua de mar pero si se infiltró en la arena de la playa.

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Vecinos del fraccionamiento Otay Tecnológicos hacen un llamado a las autoridades para que atiendan un derrame de aguas residuales que emana de un centro comercial que se ubica en el bulevar Industrial Alberto Limón Padilla e ITR de Tijuana.

Uno de los vecinos expresó que “Calimax de día y de noche derrama agua sucia a la calle ITR de Matamoros y llega hasta ITR de Nuevo León. Quisiera saber si podemos hacer algo para reportar a alguna dependencia como ecología o salubridad, ya que huele como pescado perdido. No sé si alguien se ha percatado de este derrame”.

Personal de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, adscritos a la Policía Ecológica, sancionó en distintos puntos de la ciudad, a quienes de manera deliberada realizaron tiraderos de aguas residuales hacia la vía pública.  

El coordinador de la Policía Ecológica, Oswaldo Portillo Sánchez, dio a conocer que se sancionó a quienes de su domicilio se desprendía alguna derrama de aguas con motivo de desecho, ocasionando daños al medio ambiente. 

Las sanciones fueron en domicilios ubicados en la avenida Emiliano Carranza y calle Guadalupe Victoria, de la colonia Aviación, donde visualizaron que se encontraban saliendo, desde el interior de un domicilio particular, aguas grises a través de una zanja con dirección a la vía pública.

Por tal motivo se entrevistaron con Ernesto “N”, de 50 años de edad, quien manifestó ser el encargado del domicilio, confirmando que las aguas se encuentran así desde hace un mes, ya que no cuenta con servicio de drenaje en el domicilio. Haciendo mención que su colonia si cuenta con este servicio. 

Por otra parte, en la avenida Esmeralda y calle González, de la colonia Industrial, visualizaron frente a un local comercial, que un vehículo marca RAM, línea Heavy Duty, tipo camión, con caja cerrada, se encontraba derramando aguas con olor a producto del mar sobre la vía pública.

Acto seguido se entrevistaron con Oscar “N”, de 50 años de edad, quien indicó ser el empleado del establecimiento, mostró a los oficiales el producto que trasladaba, así como explicando que las válvulas que evitan el derrame de líquidos se encuentran dañadas, lo que provocó el tiradero. 

Se desprendió de las dos intervenciones realizadas por los agentes, boleta de infracción por las faltas cometidas, así como los pasos a seguir con relación a cada una, donde se generaron números de incidentes.

Una inversión de al menos 120 millones de pesos se requieren para el funcionamiento óptimo de la planta de tratamiento de aguas residuales “El Gallo”, la cual debido a la crisis financiera heredada de la administración anterior, Cespe no puede llevarla a cabo.

El subdirector técnico de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada, Jaime Alcocer Tello, informó que la falta de inversión y mantenimiento, ha derivado en que el personal realice los trabajos prácticamente, de manera manual.

“Se tiene que hacer porque los equipos se pueden dañar o tapar, y entraríamos en un colapso de la planta provocando un grave problema para la ciudad”, dijo.

Alcocer Tello, especificó que las plantas deben de tener un tratamiento anual, sin embargo, en la pasada administración la paraestatal no invirtió nada en infraestructura, aunado a que es una construcción de casi cinco décadas.

Asimismo, comentó que debido a esta problemática, el sistema de arrastres de la planta se hace de manera manual, a iniciativa de los trabajadores para que no se detenga el proceso.

“A 45 años las condiciones de la planta son lamentables porque los mismos trabajadores han hecho las adecuaciones para que la planta funcione. El Gallo, es una planta estratégica para la ciudad y por ello, pedimos que la comunidad colabore ya que se deben de sacar los residuos con palas”, explicó.

Finalmente, comentó que se deben asignar recursos para solucionar esta problemática para una operación óptima, como es adecuar el equipo clarificador, invertir en los canales de llegada y de drenaje para que los filtros no se tapen sin poner en riesgo la operatividad.

Cabe señalar, que los trabajadores de Cespe adecuaron herramientas para poder limpiar de residuos las aguas negras y que de esa manera se puedan procesar 180 litros de agua.