5 mitos de la proteína que debes dejar de creer
Si los macronutrientes fueran celebridades, la proteína sería Beyoncé. Es imposible abrir una revista de salud o un libro nutricional sin verte bombeardada de proteína; cómo conseguirla, cómo prepararla, cómo encontrarla en polvo, etc.
Es cierto que la proteína ayuda a una sensación de satisfacción prolongada, pero también ayuda a la recuperación muscular, mantenimiento y crecimiento. Pero sólo agregarle proteína a las cosas no te hará saludable, también hay que saber cómo aprovecharla.
Mito 1: Más proteína = Más músculo
Es verdad que tu cuerpo no podrá repararse ni regenerarse sin los aminoácidos de la proteína. Pero sólo comerla no es suficiente para construir o mantener fuerza y masa muscular. En realidad necesitas proteína y ejercicio.
Mito 2: Toda la proteína se crea igual
Casi todo lo que pones en tu boca, aparte del agua y refresco, contiene un poco de proteína. Pero no todas las fuentes de proteína contienen los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para soportar el músculo y la salud celular.
Hay una gran diferencia entre la proteína animal y la vegetal. Por ejemplo, la animal es fuente completa de aminoácidos esenciales… mientras que la vegetal no.
Mito 3: Entre más proteína comas, mejor
En términos de músculo y hambre, hay un límite de cuánta proteína puede usar tu cuerpo. Para la mayoría, el límite está entre 25 a 30 gramos por comida. Eso es más o menos 2 huevos o una pequeña porción de carne.
En lugar de llenarte de proteína, busca la forma de redistribuirla. Lo que pasa es que la mayoría no comemos proteína en el desayuno, pero sobrepasamos las cantidades necesarias en la comida.
Mito 4: Si estás cansada es porque no has comido suficiente proteína
El cansancio regular podría ser señal de que tu cuerpo no tiene mucha proteína. Pero esto sólo ocurre cuando tus reservas están completamente agotadas.
Si eres vegana, te sientes cansada y tus extremidades están adelgazando (pero tu cintura no), es posible que no estés consumiendo suficiente proteína. Aún así, en la mayoría de los casos posiblemente no tenga nada que ver con tu consumo de proteína.
Mito 5: Necesitas proteína después de hacer ejercicios