McDonald’s quiere reconquistar a sus clientes con un cambio radical
McDonald’s anunció la semana pasada un cambio para el próximo año en su Quarter Pounder: contendrá hamburguesas de carne fresca, en lugar de congeladas.
El anunció llegó después de un año de pruebas pilotos en sus locaciones en Dallas y Tulsa. El cambio a carne fresca ha sido promocionado como “el más drástico en el menú en décadas”. Viene en respuesta a las demandas de los consumidores de ingredientes más frescos, pues ha visto a muchos recurrir a marcas como Wendy’s y Five Guys, ya que anuncian el hecho de que sus hamburguesas nunca se congelan.
Pero mientras lo fresco puede atraer a los consumidores, también trae consigo riesgos como el infame brote de E. coli en Chipotle.
Cuando la firma de inversiones Nomura encuestó a 27 franquiciados que representaban 200 localidades de McDonald’s durante ensayos de carne fresca el verano pasado varios expresaron su preocupación por el aumento del riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos con el cambio de congelados a frescos.
“Si no manejamos la carne perfectamente, hay oportunidad para una invasión bacteriana en nuestro producto”, escribió uno.
Cadenas como McDonald’s han minimizado tradicionalmente estos riesgos a través de sistemas altamente estandarizados y centralizados que limitan el número de personas que pueden contaminar accidentalmente los alimentos o maltratarlo de manera que conduzca al crecimiento de patógenos.
Los productos se cortan en las cocinas centrales donde se pueden buscar microbios y —crucialmente para el siguiente gran paso de McDonald’s— las hamburguesas llegan congeladas, un estado que retrasa el crecimiento del E. Coli.
Se almacenan en congeladores hasta el momento en que van a la parrilla, y las tapas de la parrilla no se liberarán hasta que la carne ha estado en el calor por un periodo determinado. Donald Schaffner, un especialista en la ciencia de la comida en la Universidad de Rutgers, dijo a The Washington Post en enero que es un sistema que “ha diseñado la debilidad humana hacia fuera”.
Sin embargo, McDonald’s agrega una pequeña dosis de fragilidad humana. Por razones de seguridad, la carne de res fresca no puede contener trazas de E. coli cuando sale de las instalaciones de fabricación, dijo Bill Marler, un abogado en seguridad alimentaria que ha estado involucrado en litigio contra McDonald’s y otros restaurantes.