Con orina, gana oro en ciencia
Víctor Reynoso, de Tultitlán, tiene 16 años y estudia el segundo año de preparatoria. A su edad ha participado en 35 ferias de ciencia nacionales e internacionales y sólo ha perdido dos veces. Es un joven afortunado, puesto que de acuerdo con la UNESCO, México sólo tiene a 0.6% de los científicos del mundo. Por cada millón de mexicanos, menos de 400 se dedican a esta área.
Su último invento es una pastilla fertilizante hecha con orina humana. Es más barata y menos nociva con las plantas que otros productos. La idea del proyecto surgió porque un día Víctor observó por la ventana de su casa, en el Estado de México, que los cultivos cercanos eran regados con aguas negras.
"Al ver eso me dio mucho asco y empecé a investigar. Encontré que nuestros antepasados ya usaban la orina y el estiércol como un fertilizante", recuerda Víctor. Sin embargo, actualmente las aguas residuales, además de orina y heces fecales, están contaminadas por grasas, detergentes, desechos industriales, plaguicidas y otras sustancias tóxicas que en su conjunto representan un riesgo para la salud de las personas que llegan a consumir alimentos regados con ellas, de acuerdo con especialistas del Instituto de Geología de la UNAM.
En México está la red más grande del mundo para aprovechamiento de aguas residuales, con 90 mil hectáreas de cultivo. En la mayoría de las ciudades del país se utiliza este sistema de riego, a comparación de ciudades como California, en Estados Unidos, donde este tipo de agua sólo se usa para jardines, campos de golf y carreteras.
Para evitar que los alimentos y las personas se intoxiquen, el fertilizante de Víctor está hecho sólo con orina. Además, es más barato que otros productos. Mientras un kilo de las pastillas que Víctor inventó cuesta 80 pesos, otros, cuya fórmula está basada en químicos, cuestan entre 300 y 500 pesos, según datos de la Secretaría de Economía y algunas empresas de fertilizantes.
"Los beneficios son darle uso a un contaminante y es de fácil aplicación, además del precio", considera Víctor. Para hacer su pastilla, la orina pasa por un proceso químico que le da un tratamiento para evitar enfermedades. Es diferente a usarla como sale del cuerpo, ya que por sus altas cantidades de fósforo y nitrógeno puede quemar las plantas o hacerlas crecer más de lo normal.
Su pastilla es un fertilizante de lenta liberación. Se llama así porque las sustancias se disuelven conforme el tiempo de riego y según lo necesite el tipo de planta en la que se aplica.