Te gusta el chicle¿Sabes las sustancias que realmente estás mascando?
El chicle forma parte de la rutina de muchas personas en el mundo. Algunos lo mastican por ansiedad, para calmar el hambre antes de las comidas, por gusto o simplemente por costumbre. Pero más allá de eso, ¿alguna vez te pusiste a pensar qué es lo que estás mascando?
Lo que conocemos como chicle es una goma masticable realizada en general con una base de plástico neutro (acetato de polivinilo o de goma de xantano), que es lo que le da su elasticidad que tanto divierte a quien la mastica.
Masticar chicle parece inofensivo e incluso, en algunos sitios, se considera como informal o inadecuado. Pero, ¿Qué más debes saber de la goma de mascar?
Puede traer problemas gástricos: Al ser sólo goma y aditivos, muchos creen que el chicle ayuda a controlar el hambre, pero no tener nada en el estómago por mucho tiempo y masticar (produciendo saliva) constantemente puede provocar gases, acidez, irritación intestinal y diarreas. Cuando masticamos, el cerebro envía al estómago la señal de prepararse para la llegada de un alimento, segregando jugos e iniciando su actividad. Si ningún alimento llega, literalmente "digerimos nuestros propios jugos".
Aunque no tengan azúcar, pueden provocar caries: Tanto el azúcar, como otros saborizantes y conservantes ácidos del chicle pueden causar desgaste dental, es decir, un proceso de descalcificación; y caries.
Pueden contener sustancias como el aspartamo: El aspartamo es un edulcorante artificial que contiene fenilalanina, una sustancia peligrosa para quienes padecen una enfermedad hereditaria que afecta el desarrollo del cerebro llamada fenilcetonuria.
Pueden contener BHT (Hidroxitolueno Butilado): El BHT se usa como conservante y fue prohibido en algunos países porque se relaciona con toxicidad daño renal y hepático, hiperactividad en niños, e incluso se señala que podría ser carcinógeno.
Son un derivado del petróleo: La base de goma es una mezcla de elastómeros, plastificantes y resina; incluso pueden contener cera de parafina.
El chicle tarda alrededor de 5 años en degradarse en el ambiente. Además, al arrojar un chicle en la calle, los pájaros se pueden acercar a él por ser dulce, y el chicle se pegotea en sus picos, pudiendo generarles asfixia.