Tomar café reduce el riesgo de muerte prematura
Un estudio asegura que el consumo de café está asociado a un menor riesgo de muerte prematura en personas sanas, según los resultados de un estudio presentado por la doctora Adela Navarro, residente de quinto año de Cardiología del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), durante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, en sus siglas en inglés) celebrado en Barcelona.
El estudio, integrado dentro del proyecto SUN de la Universidad de Navarra, se realizó durante una década a 19.896 personas, de entre 25 y 60 años, sobre sus hábitos, evolución de la salud y mortalidad, lo que ha permitido al equipo navarro concluir que beber hasta cuatro tazas de café al día (50cc, acompañadas o no de leche) reduce en un 64% el riesgo de mortalidad respecto a no tomar ningún café.
El proyecto cuenta con financiación del Instituto de Salud Carlos III, el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y el Gobierno de Navarra entre otras entidades, ha explicado la Universidad de Navarra en un comunicado.
El estudio se efectuó mediante un cuestionario sobre hábitos alimentarios, frecuencia de consumo de café, estilo de vida, características sociodemográficas, medidas antropométricas y condiciones de salud iniciales.
Durante el período de estudio, 337 participantes fallecieron, por lo que los investigadores descubrieron que el consumo de dos tazas adicionales de café por día resultaba en una reducción del 22% en el riesgo de mortalidad prematura. Además, observaron que en personas mayores de 45 años, el consumo de dos tazas adicionales de café por día se asoció con un 30% de menor riesgo de mortalidad durante el seguimiento.
"Este dato puede deberse a una asociación protectora más fuerte entre los participantes mayores", asegura Navarro. No se encontró una asociación clara en participantes más jóvenes.
Según explica la doctora, el posible efecto protector del café podría deberse a su alto contenido en polifenoles, es decir, componentes minoritarios del café, presentes también en otros alimentos que pueden tener propiedades antiinflamatorias.
No obstante, remarca que si bien el café parece tener efectos beneficiosos sobre la salud, se debe ser cauto en la interpretación y aconsejar su consumo dentro de un patrón de alimentación global saludable y acompañarlo de un estilo de vida sano.