Jóvenes y varones, quienes más recurren al suicidio en México
En el 2015 el suicidio fue considerado como la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el panorama mundial anualmente un aproximado de 800 mil personas se quitan la vida.
En México durante el 2015 se registraron 6 mil 285 suicidios, lo que significa una tasa de 5.2 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con las Estadísticas a Propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los hombres representan la tasa más alta de suicidios con un 8.5 por cada 100 habitantes, mientras que las mujeres tienen un 2.0. Las entidades federativas con las tasas más altas de suicidio fueron: Chihuahua (11.4), Aguascalientes (9.9), Campeche (9.1) y Quintana Roo (9.1).
En cuanto a los grupos de edades con más incidencia de suicidio se encuentran los jóvenes, ya que cuatro de cada 10 personas tenían de 15 a 29 años.
En entrevista con EL UNIVERSAL el psiquiatra Alfonso Martín de Campo explicó que el hecho de que la tasa de suicidio en los varones sea más alta puede estar ligado a cuestiones culturales como el machismo, además de las complicadas oportunidades para salir adelante que enfrentan los jóvenes.
El especialista añadió que la depresión es la enfermedad con mayor comorbilidad con el suicidio, después se encuentra la ansiedad, el abuso de sustancias e incluso la esquizofrenia.
Sin embargo, también advirtió que puede no haber una enfermedad mental y haber suicidio, ya sea por problemas románticos, académicos o laborales. El INEGI señaló en sus estadísticas que Tres de cada 10 fallecidos por lesiones auto infligidas, que significan un 30.6%, se encontraban desempleados.
Cabe destacar los grupos de edad que más suicidios presentaron de acuerdo con el INEGI, los cuales fueron: mujeres de 15 a 19 años y hombres de 20 a 24 años. El médico indicó que las responsabilidades, las expectativas y los problemas financieros y amorosos juegan un papel relevante en esta situación.
Sobre las medidas de prevención, indicó que la familia debe estar atenta a toda persona que haya hecho un intento por pequeño o inofensivo que parezca o que haya señalado querer quitarse la vida, como expresiones como "me gustaría morirme porque la vida no vale nada o me gustaría dormirme y no despertar", a las cuales llamó ideas de daño, muerte o suicidas.
A su vez, recalcó que cuando una persona exprese este tipo de ideas "no hay que echarlo en saco roto", porque un día lo puede hacer, y añadió que es recomendable no dejar solo o sola a la persona, darle seguimiento y tratamiento, dependiendo del problema que presente.