Lo que no sabías sobre la carne de cerdo
El cerdo, además de ser la carne que más se consume en todo el mundo, es una fuente económica y saludable de proteínas de origen animal, vitaminas y minerales. El desconocimiento que hay sobre este alimento, lo posiciona en una carne grasosa, insalubre e incluso dañina.
A continuación resolveremos cuatro mitos alrededor de la carne de cerdo que te permitirán conocer más acerca de este característico alimento
El cerdo es muy grasoso
Falso. La carne de puerco contiene cantidades variables de grasa, la clave está en saber elegir el corte. El lomo, es de los cortes más magros, incluso aporta menos grasa que el pollo, otras opciones son: filete, pierna, solomillo y pulpa.
Aumenta la masa muscular
Cierto. Al contener todos los aminoácidos esenciales, es considerada una de las fuentes dietéticas más completas de proteína, por esta razón, la carne magra de cerdo resulta ideal para aquellos que desean perder peso, ganar masa muscular, así como en niños, adolescentes y adultos mayores.
Es rico en colesterol
Cierto. Al igual que todos los alimentos de origen animal, el cerdo contiene colesterol, sin embargo, el colesterol que se consume a través de la dieta, tiene poco o ningún efecto sobre los niveles de colesterol en la sangre en personas sanas y no se considera un problema de salud.
Provoca cisticercosis
Falso. No toda la carne de puerco está contaminada con el parásito que provoca la cisticercosis. La infección suele darse en cerdos que presentan malas condiciones higiénicas y cuando se consume la carne cruda o poco cocida.
Considera que
En 2015 el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) emitió una alerta sobre la relación que existe entre el consumo de carne procesada y cáncer, principalmente colorrectal, de páncreas y próstata. La carne de cerdo magra y sin procesar, es decir aquella que no ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado, u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación, no resulta perjudicial a la salud.
La clave está en la variedad
Una de las características de la dieta correcta es que debe de ser variada, por tanto, es recomendable alternar las fuentes de proteína en la dieta diaria. Lo ideal es incluir de dos a tres veces por semana pescado y no más de una, carnes rojas como cerdo, cordero, ternera o res.
Opciones para el resto de la semana: pollo, pavo, mariscos, huevo, queso, y proteínas de origen vegetal como semillas, nueces, soya, frijol, lenteja, haba, garbanzo.
Datos extras:
1. En 2015, el consumo nacional per cápita fue de 16.3 kilogramos
2. Japón es el principal importador de carne de cerdo mexicana
3. Por cada 50 gramos de carne procesada consumida diariamente, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal 18%