A tan solo cinco días de las elecciones, el proceso electoral actual en México se ha caracterizado por una escalada de violencia nunca antes vista, duplicando los incidentes registrados durante los comicios de 2018.
Según el último informe de Integralia, desde el inicio del proceso electoral el 7 de septiembre de 2023 hasta el 28 de mayo de 2024, se han contabilizado 749 casos de violencia política a nivel nacional. Se estima que la cifra aumentará a 760 para el 2 de junio, día de las elecciones, casi duplicando los 382 casos registrados en el periodo 2017-2018.
Un Proceso Electoral Marcado por la Violencia
Armando Vargas Hernández, consultor senior de Integralia, subraya que "una de las huellas indelebles de este proceso electoral fue la violencia". De las 749 víctimas, 316 fueron aspirantes o candidatos, 131 políticos o expolíticos, 130 funcionarios o exfuncionarios, 133 daños colaterales y 39 familiares. Los actos de violencia incluyen 233 amenazas, 231 asesinatos, 159 atentados con armas de fuego, 21 desapariciones, 18 secuestros y 87 incidentes de otro tipo.
Los 231 asesinatos registrados incluyen 34 aspirantes, precandidatos o candidatos, cifra que supera los 24 registrados en el proceso 2017-2018. De estos, 88% de las víctimas aspiraban a cargos municipales, con 15 perteneciendo a Morena, seis al PRI, cuatro al PAN, tres al PVEM, dos a MC, uno al PRD, uno al PT, uno al partido Chiapas Unidos y uno al Partido Popular Chiapaneco.
El informe señala que Puebla, con 40 casos, es la entidad con más víctimas de violencia, seguida de Chiapas y Guerrero, cada una con 33 casos. Chiapas también lidera en asesinatos con ocho candidatos asesinados, seguido de Guerrero con seis y Michoacán con cuatro.
Morena es el partido con más agresiones a sus miembros, con 61 casos, seguido por el PRI con 58, el PAN con 43, Movimiento Ciudadano con 30, el PRD con 29, el PVEM con 20 y el PT con 13.
Impacto del Crimen Organizado
Vargas Hernández, doctor en Ciencia Política por la UNAM, detalla que el crimen organizado ha tenido una influencia significativa en este proceso electoral, afectando tanto la participación política como ciudadana. "El crimen organizado ha logrado que haya menos opciones en la boleta electoral, y en muchos lugares, quienes aspiran a gobernar en realidad terminarán siendo un vehículo para que el crimen organizado expanda su control territorial", afirmó.
El consultor adelantó que el 2 de junio "sin duda" habrá incidentes de violencia electoral, aunque no necesariamente dirigidos contra candidatos. Se espera intervención en casillas y movilización del voto por parte de actores criminales, especialmente en territorios específicos donde existen disputas entre grupos delictivos.
Vargas Hernández advierte que si México no aborda el problema de la violencia electoral de manera integral, el país podría enfrentar un escenario similar en 2030. Recomienda al Estado mexicano reconocer la magnitud del problema y combatir al crimen organizado no solo con fuerza, sino también desmantelando sus bases sociales, fuentes de financiamiento y sistemas de inteligencia.
El proceso electoral de 2024 ha dejado una marca indeleble en la historia política moderna de México, destacando la necesidad urgente de soluciones profundas y efectivas para garantizar la seguridad y la democracia en el país.
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