Se desmayan, vomitan y son llevados al IMSS luego de vacunarse con la J&J
Como bomba cayó entre los jóvenes tijuanense y rosaritenses, la aplicación de la vacuna contra el Covid-19, Johnson & Johnson. A tal grado que un gran número de esos jóvenes, fueron a par a las salas de urgencias de hospitales privados y públicos como el Instituto Mexicano del Seguro Social, para recibir atención médica derivado de los efectos secundarios del citado biológico.
Fue el pasado viernes 18 de junio, cuando se observó en las salas de espera de los hospitales privados de Tijuana, a jóvenes tijuanenses llegar en busca de auxilio médico, que aliviara sus malestares.
Literalmente cargados por la mamá o el papá, hombres y mujeres de aproximadamente 20 de edad, explicaban al borde del desmayo al médico que los recibía, que traían mareo, vómito, calentura y diarrea.
Efectos que los jóvenes pacientes atribuyeron, a la aplicación del día anterior de la vacuna Johnson & Johnson, por encontrarse en el rango de edad de los 18 a los 39 años.
Sin mayores preámbulos, los galenos diagnosticaron a sus jóvenes pacientes, a quienes les confirmaron que los malestares físicos que les aquejaban, eran producto de la referida vacuna.
En tanto qué el mismo viernes, en la sala de urgencias de la Clínica 21 del IMSS, de Playas de Rosarito, escenas similares se vieron, cuando madres de familia cargando a sus hijos arribaron en busca de atención médica.
Los jóvenes pacientes, señalaron en la ventanilla de la sala de espera de la mencionada clínica, los padecimientos que los afectaban.
Y es que la vacuna Johnson & Johnson, causó severos estragos entre los jóvenes tijuanense y rosaritenses, que la recibieron debido a que es de una sola dosis.
Cabe destacar que el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, le donó a su homólogo de México, un millón de vacunas del multicitado biológico, para se aplique en residentes de los estados fronterizos del Norte de nuestro país.
Colaboración de: Bernardo Cisneros