¿Es necesario usar bloqueador solar en invierno?

Es probable que el clima frío y el calor suave del invierno te haga sentir a salvo de los rayos UV, pero esta es la verdad: tu piel no sabe de estaciones y el sol tampoco, por lo tanto, la pregunta no es si necesitas bloqueador solar en invierno, sino por qué deberías dejarlo de lado en primer lugar.
¿Quieres descubrir la razón? En esta nota, te contaremos todo lo que necesitas saber para comprender la razón por la cual hasta en los días más nublados, debes hacer todo lo posible para que tu rostro esté protegido. ¡Tu yo del futuro te lo va a agradecer!
¿Por qué el sol sigue siendo un riesgo en invierno?
Durante esta época, es fácil olvidar el bloqueador solar, en crema, barra, etcétera, porque no sientes el calor que tanto caracteriza a la primavera o al verano; sin embargo, el sol no “afloja” su intensidad. Los rayos UV siguen presentes y no les importa si llevas alguna prenda abrigadora, de hecho, atraviesan las nubes, llegando a ti sin pedir permiso.
Las consecuencias no son inmediatas, no obstante, el daño acumulativo puede dejar huellas como manchas, líneas finas y envejecimiento prematuro. Así que si planeas prescindir de los productos que se encargan de escudar a tu piel del sol, mejor piénsalo dos veces.
Rayos UV en temporada de frío
El sol tiene dos tipos de rayos ultravioleta: los UVA y los UVB. En invierno, los UVB (que causan quemaduras) disminuyen un poco, mientras que los UVA conservan su potencia, y esos son los que te deben mantener con la guardia. ¿Por qué? Simple: penetran en tu piel, dañando las capas donde se produce el colágeno, contribuyendo a la aparición de arrugas y a la pérdida de elasticidad.
Este tipo de radiación es el gran culpable del envejecimiento prematuro y de perjudicar la firmeza, y, con el tiempo, igualmente el tono. Lo peor es que no lo notas de inmediato; no hay quemaduras visibles ni molestias, pero un día te das cuenta de todo lo que ocasionó.
Por si fuera poco, estar bajo techo no te salva por completo, pues los rayos UVA se cuelan en interiores. En resumen, lo ideal es que recurras a tiendas como NEED Beauty y adquieras un protector solar adecuado para tu tipo de piel. ¡No esperes hasta primavera, ni guardes el que ya tienes en uso! Continúa aplicándolo.
Entonces, ¿de verdad necesito bloqueador si no siento calor?
Quizá hayas pensado mientras te preparas para salir que si no estás sudando, no va a haber ningún problema si no utilizas protector; sin embargo, la temperatura no tiene absolutamente nada que ver con los efectos de los rayos UV en tu piel.
Ese momento en el que sientes que tu cara se reseca más en invierno no solo es culpa del viento o la calefacción, sino de la exposición solar acumulada. Piensa en todas las actividades que realizas al aire libre y en los días en los que el sol entra por tu ventana. Todo eso suma.
Lo que pasa si olvidas el SPF en invierno
Además de todos los problemas que ya mencionamos, el prescindir de un bloqueador solar durante el invierno resulta perjudicial debido a que el aire frío ya está robándole hidratación a tu piel, dejándola más vulnerable.
Si a eso le sumas el impacto del sol, el resultado es un rostro apagado, pero ojo, que no solo hablamos de estética: el daño solar también puede comprometer la salud de tu piel de formas más serias. La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a cuidarte.
Tips para elegir el bloqueador para invierno
●Fíjate en el factor de protección solar (SPF) y en el espectro: A pesar de que no estés bajo el sol de verano, un SPF 30 o superior sigue siendo tu mejor opción para garantizar una protección total mientras disfrutas de los meses del año más fríos. Adicionalmente, opta por un producto con amplio espectro que te proteja de los rayos UVA y UVB.
●Considera la textura: En invierno, tu piel necesita extra hidratación, así que un bloqueador en crema con ingredientes humectantes como ácido hialurónico o glicerina será tu salvavidas. Si tu piel es grasa, recurre a alternativas ligeras en gel o con acabado mate. ¿Y si usas maquillaje? Apuesta por protectores que funcionen como primer. No hay excusas para omitirlo.
●Piensa en la reaplicación: No basta con ponerte el bloqueador una vez al día. Si pasas mucho tiempo al exterior, debes reaplicarlo cada dos horas con opciones prácticas que te faciliten esta tarea sin necesidad de quitar el maquillaje o ensuciarte las manos.
●No te limites al rostro: Usa tu protector solar también en el cuello, las orejas, el dorso de las manos, al igual que otras zonas que también están expuestas al sol y tienden a mostrar los signos de envejecimiento más rápido.
Cómo usar bloqueador en invierno sin fallar en el intento
Hazlo parte de tu rutina. Después de limpiar e hidratar tu rostro, aplica una cantidad suficiente (piensa en una moneda chica) para cubrir bien tu cara, cuello y, si usas ropa descubierta, cualquier parte expuesta. Hazlo en el mismo orden todos los días, para que se convierta en un hábito tan natural como cepillarte los dientes.
Si no te gusta la sensación pegajosa, prueba protectores ligeros y rápidos de absorber. Hay alternativas que no dejan residuos blancos ni te hacen sentir como si llevaras una máscara. Además, muchos tienen acabados satinados que dejan tu piel con un brillo saludable.
¿El mejor tip? Encuentra un producto que te encante utilizar. Si lo disfrutas, será más fácil recordarlo cada mañana. Y, claro, no olvides reaplicarlo si estarás al aire libre por bastante tiempo.
Tu piel debe estar protegida en cada estación
Cada vez que eliges cuidar tu piel, le estás dando la oportunidad de mantenerse fuerte y saludable, sin importar el clima que se presente: lo importante es saber crear hábitos que, a la larga, agradecerás.
La próxima vez que sientas el aire frío en tu cara, recuerda que una bufanda o cubrebocas y un poco de crema no bastan; no obstante, tampoco seas demasiado exigente contigo. Sé paciente y da un paso a la vez, tanto al buscar opciones, como al usarlas y observar si te son funcionales.
Entonces, ¿empezamos ahora?