Menos calorías más salud
El control del consumo cotidiano de calorías constituye una forma probada por la ciencia de evitar no sólo la obesidad sino también diversas complicaciones relacionadas con la edad, como son la diabetes, enfermedades del corazón y del cerebro. Si se disminuye el consumo de calorías es una estrategia eficaz para llegar a edades longevas.
En el Instituto de Química (IQ) de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, un grupo de científicos coordinado por Alicia Kowaltowski investiga en modelos animales los mecanismos moleculares que se desencadenan debido a la intervención dietética y que redundan en la mejoría del funcionamiento de órganos importantes para el metabolismo, tales como el páncreas, el hígado e incluso el cerebro.
“El hecho de decirle sencillamente a la gente que coma menos no está funcionando. La obesidad se ha convertido en una epidemia mundial. Hemos intentado entender de qué manera actúa la restricción calórica en el organismo y cuáles son las moléculas implicadas, a los efectos de hallar blancos que permitan prevenir o tratar enfermedades relacionadas con el aumento de peso y con la edad”, dijo Kowaltowski, quien integra el equipo del Centro de Investigación de Procesos Redox en Biomedicina (Redoxoma), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP).
“En el páncreas, por ejemplo, hace que las células productoras de insulina se vuelvan capaces de responder mejor al aumento del nivel de glucosa en la sangre”, precisó.
Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron pruebas con cultivos de células beta, que se encuentran en los islotes pancreáticos y se encargan de producir insulina. En lugar de nutrir a las células cultivadas in vitro con suero sanguíneo comercial, tal como se hace habitualmente, se utilizó un material extraído de dos grupos de ratas sometidas a diferentes dietas.
“La secreción de insulina desde las células beta es pequeña en una condición de baja glucosa y aumenta en una condición de glucosa elevada. Y esto efectivamente sucede con las células tratadas con el suero de los animales sometidos a la restricción calórica, pero no con aquéllas a las que se les aplicó el suero de animales obesos. Existe algún factor circulante en la sangre que modifica en forma aguda el funcionamiento de las células beta, y ésta puede ser una de las alteraciones que se producen en la diabetes tipo 2”, dijo Kowaltowski.