Una tormenta sin precedentes en Marte amenaza al rover Opportunity de la NASA
Una tormenta de arena sin precedentes documentados en el planeta Marte está poniendo en peligro el futuro del rover Opportunity de la NASA, que se alimenta de energía solar, informó hoy la agencia aeronáutica estadounidense.
"Estamos preocupados, pero esperanzados que la tormenta terminará y el rover empezará a comunicarse con nosotros", dijo hoy en una conferencia telefónica con periodistas el director del proyecto Opportunity, John Callas.
El rover está en mínimos históricos de batería después de que la tormenta que empezó el 30 de mayo en el mismo punto en el que está estacionado lo haya dejado sin su principal fuente de energía, la luz solar.
La NASA ha descrito el estado por el que está pasando su rover como una "oscura, perpetua noche".
Según la NASA, Opportunity ha entrado en un modo automático de ahorro de energía con el que ha suspendido la mayoría de sus funciones.
Aun así, el rover tiene que mantener la temperatura de sus baterías para sobrevivir en el gélido Marte.
"Mientras el rover se mantenga lo suficientemente caliente, y nuestras predicciones son de que así lo hará, puede pasar varios días", dijo Callas, que se mostró optimista al observar que se acerca el verano, por lo que la temperatura subirá.
La tormenta ya afecta a un cuarto de la superficie de Marte (un tamaño equivalente a todo el continente americano) y podría rodear al planeta en pocos días tal y como pasó con otros vendavales en 2001 y 2007.
"No tiene precedentes por el ritmo al que ha crecido y se ha extendido por todo el planeta", dijo en la misma conferencia Jim Watzin, director del programa de exploración de Marte de la NASA.
Los científicos no saben cuándo terminará la tormenta y el rover podrá generar de nuevo energía solar en caso de que sus sistemas no hayan quedado afectados.
Opportunity llegó a Marte en 2004 y ha hecho descubrimientos sobre el pasado del planeta rojo.
Por ejemplo, constató que al menos una parte de Marte reunió las condiciones de humedad necesarias para que vivieran organismos mesófilos hace 4.000 millones de años, aunque también ha demostrado que tuvo un ambiente ácido algún tiempo después.