¡No pierdas tu celular! Ciberladrones podrían vaciar tus cuentas bancarias
La pandemia del COVID-19 provocó un aumento en la demanda del comercio electrónico debido a las limitaciones en la interacción entre las personas, para frenar la propagación de la enfermedad y la mayor parte de las compras se realizó a través de Internet. Esto representó el surgimiento de métodos de pago sin efectivo y el aumento de las compras en línea, así como el uso de smartphones para comprar.
Según una encuesta reciente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, los pagos en efectivo representaron solo el 26% de todos los pagos, mientras que los pagos mediante tarjetas de crédito y débito, así como a través de métodos de pago electrónico, fueron del 65%. En este sentido, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, analizó los riesgos de los pagos mediante teléfonos y billeteras digitales, que también se han convertido en objetivos de cibercriminales.
Desde el punto de vista de las aplicaciones para realizar pagos con el teléfono, uno de los mayores riesgos es la pérdida del dispositivo, dado que contiene información sensible, además de los datos en caso de utilizar aplicaciones de pago. En caso de que el usuario no proteja correctamente esta información, los ciberdelincuentes podrían acumular cargos en las tarjetas o utilizar las aplicaciones de pago para realizar compras. Además de terminar con una cuenta bancaria vacía o sobrecargar el saldo, el incidente puede dañar la calificación crediticia con el banco, con otro tipo de consecuencias, como la dificultad para la obtención de un préstamo o hipoteca en el futuro.
Los teléfonos inteligentes, al igual que otros dispositivos electrónicos, también pueden infectarse con distintos tipos de malware. Por ejemplo, los keyloggers pueden grabar y transmitir cada pulsación realizada en un smartphone, lo que permite a los ciberdelincuentes obtener contraseñas o credenciales de acceso a las cuentas que se utilizan para acceder a las aplicaciones de pago.
Alternativamente, el malware puede desplegar aplicaciones falsas que se hacen pasar por programas legítimos y atacar las aplicaciones de pago. A modo de ejemplo, los investigadores de ESET descubrieron un troyano que se hacía pasar por una app para optimizar el rendimiento de la batería, que apuntaba a los usuarios de la aplicación oficial de PayPal e intentaba transferir 1.000 euros (aproximadamente 1.200 dólares estadounidenses) a las cuentas del atacante.
