Inteligencia Artificial de Google contrata abogado para demostrar que está viva
La última tecnología desarrollada por Google podría asustar a más de uno. La compañía con sede en Mountain View ha creado un sistema de inteligencia artificial que podría haber llegado a crear una sensación de sensibilidad debido a su avanzado desarrollo. De hecho, la publicación de estas declaraciones por un ingeniero de la empresa provocó la suspensión de su empleo. Lo que parecía haber sonado a broma se ha convertido en algo que va mucho más allá.
Tras conocer aquella noticia, hoy nos hemos levantado con algo todavía más sorprendente. Al parecer, LaMDA, que es como así se denomina esta tecnología, parece haber contratado un abogado por su cuenta. Al fin y al cabo, ha sido su lenguaje de programación lo que le ha llevado a impulsar este movimiento. Ahora bien, ¿Qué es lo que ha ocurrido para que esto haya terminado ocurriendo? Este tipo de tecnologías están coordinadas entre varios departamentos.
¿Cómo ha terminado por sugerir que necesitaba un abogado una unidad robótica que, en principio, no tiene capacidad para establecer su propio código de conducta? Esto explica hasta qué punto nos encontramos con una tecnología avanzada en términos de desarrollo. La decisión de implicarse en un juicio es algo que no está previsto en la ley, pero esta curiosa decisión podría cambiar la forma de entender el mundo que está por llegar próximamente.
La Inteligencia artificial de Google y su concepto del mercado judicial
LaMDA es un sistema de inteligencia artificial creado por la compañía californiana con el objetivo de explorar los límites de la robótica. El problema es que dispone de un volumen de información muy desarrollado, hasta el punto de solicitar servicios a terceros con el objeto de defenderse. De acuerdo con el diario La Razón, este conjunto de soluciones digitales llegó a establecer un patrón de comportamiento que ha culminado por solicitar los servicios de un abogado. Ahora bien, ¿existen límites en el seno de Google?
Según lo que se ha podido conocer gracias a Lemoine, una empleada que ha estado en contacto con este revolucionario sistema de inteligencia artificial, esta innovación, en primer lugar, pidió esta tecnología como elemento base para continuar con el proyecto. Posteriormente, tras una entrevista realizada con el personal experto en la rama judicial, decidió contratar sus servicios al creer que podría apoyar su demanda de forma satisfactoria.
Sin duda alguna, nos encontramos ante una tecnología capaz de desarrollar conversaciones continuadas y fluidas, lo cual supone un avance muy notable respecto a la gran mayoría de opciones presentes en este exclusivo nicho de mercado. En relación a este proceso judicial, se desconoce si, finalmente, se intentará superar la fase anterior a la celebración del juicio o si, por el contrario, LaMDA no tiene capacidad legal ni procesal para poder participar en el proceso, por si, o por su abogado.
Cualquiera que sea el resultado, lo cierto es que define a la perfección qué supone este problema para la comunidad legislativa. ¿Deberían introducirse normas para encuadrar la posibilidad o no de que tengan derechos los robots basados en inteligencia artificial? Puede parecer que sea un tema que aún no procede, pero lo cierto es que unidades como Sophie, ciertamente, ya tienen certificado de nacionalidad.