Cómo ayudar a tener tu primer orgasmo
En una cultura que habla mucho sobre el sexo y el empoderamiento de la mujer en la cama, es fácil asumir que todos lo están haciendo y que todas pueden llegar al orgasmo.
Pero de acuerdo con encuestas recientes, sólo 65% de las mujeres pueden llegar al orgasmo durante el coito. Y la verdad es que hablamos de una cifra muy alta.
Si nunca has tenido un orgasmo, deberías examinar posibles problemas inhibitorios, como mala autoestima, problemas de intimidad, pensamientos negativos o efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Pero antes que nada: ¡hay que practicar!
Empieza sola
Puedes aprender mucho de ti misma con la masturbación. Si nunca has tenido un orgasmo, es hora de que empieces a explorar tu propio cuerpo. El orgasmo no es la meta, sino el autoconocimiento. Tómate el tiempo para tocarte, consentirte y darte placer. Juega con tus labios vaginales, tus pezones, tu clítoris y, si quieres probar cosas nuevas, busca tu punto G.
Explora y fantasea
No te vayas directo al clítoris. Trata de explorar diferentes partes de tu cuerpo con tus manos, juguetes sexuales u otros objetos sensuales como plumas. Lo mismo puedes hacer con tu pareja.
Al mismo tiempo, deja que tu mente divague con diferentes fantasías. ¿Nunca has leído un libro erótico? Es hora de hacerlo. No todos son iguales que 50 Sombras de Grey, la verdad es que la excitación mental es tan satisfactoria como la física.
Acércate a tu clítoris
Si bien es cierto que podemos sentir placer en diferentes partes del cuerpo, el 80% de las mujeres responden a la estimulación de clítoris. Y ese hermoso punto C es súper accesible, el chiste es aprender a estimularlo de forma que a ti te haga sentir placer.
Hay mujeres que pueden estimular directamente el clítoris, pero hay otras que prefieren tocar alrededor. Por otra parte, hay chicas que en lugar del clítoris, prefieren la penetración, el Punto G, el sexo anal o incluso la estimulación vaginal. Pero si no pruebas o conoces… jamás sabrás lo que te gusta.
Escucha a tu cuerpo
Al explorar, pon atención a lo que te excita y lo que no. Por ejemplo, si usar un vibrador te hace sentir incómoda, déjalo. Es a través de la práctica que aprendemos lo que funciona (y lo que no). Y cuando busques un orgasmo con tu pareja, sabrás lo que podría ayudar.
Fuera ansiedad
La ansiedad usualmente tiene mucho que ver con la inhabilidad de llegar al orgasmo. ¿Te preocupa ser mala en la cama? ¿Te verás egoísta si le das prioridad a tu orgasmo? ¿Es normal que el orgasmo tarde tanto? Tu excitación debe ser más poderosa que tu ansiedad. Sólo a través de la tranquilidad podrás relajarte y dejarte sentir.
Pide lo que quieres
Cuando finalmente descubras lo que te gusta, comunícalo. No te guardes estos sexys detalles para ti solita. Ya sea a través de una conversación o una confirmación verbal, tu galán necesita saber qué te gusta y qué no.
No olvides el lubricante
El lubricante puede hacer una gran diferencia entre un buen orgasmo, o una falta de. Aunque lubriques bien, lo ideal es que sobre, a que falte.
Deja de intentar
Entre más te enfoques en llegar al orgasmo, menos va a suceder. Así que trata de relajarte y quita el clímax de tu mente. Disfruta del placer, disfruta de tu cuerpo, disfruta de tu pareja. Si hay orgasmo, qué bien. Y si no, también. Ya llegará cuando tenga que llegar. No lo apresures.