Crece el afluente de las cascadas de Agua Azul
Este martes continúan los trabajos en el río, con el fin de que las cataratas de Agua Azul recobren su caudal que perdieron el 9 de noviembre. Hasta ahora, las labores paliativas que se realizan en el punto de La Boquilla permiten que el brazo derecho recobre su vitalidad, prácticamente de manera normal.
Autoridades ejidales de Agua Azul designaron a medio centenar de hombres para que colaboren con autoridades federales y estatales para limpiar el cauce donde se bifurca el afluente, para sacar lodo, piedra, lodo y palos, con el fin de lograr que el brazo derecho recobre su caudal.
En el río hay tres máquinas tipo 320 de dragado, para extraer arena del lado derecho, que es donde el nivel de agua disminuyó desde el 9 de noviembre. El objetivo es que el caudal tenga la misma fortaleza y vuelva alimentar las cataratas La Licuadora y Las Golondrinas, que son vistas por miles de turistas nacionales y extranjeros cada año.
Para lograr que el agua se reencauce del lado derecho, la dependencias federales y estatales han colocado un muro de costalera, pero se tiene previsto construir un muro de mampostería con el fin de mantener el equilibro en ambos brazos del afluente, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El muro empezará a levantarse mañana miércoles; la Conagua no ha mencionado las dimensiones exactas.
José Isabel Peña Pérez, delegado de gobierno en la zona Maya, explicó que en el cauce derecho "se abrieron" 4 ventanas por donde el agua empezó a cargarse desde el 9 de noviembre y fue cuando los ejidatarios anunciaron que las cataratas, rápidos y piscinas del lado derecho habían perdido su atractivo.
Con los trabajos que se realizaron en la zona se logró que hasta ayer el cauce derecho tuviera un 35% de agua, pero el caudal aumentará paulatinamente, explicó el funcionario estatal.
Este martes el caudal en las cascadas parecía ser de un 90%.
Desde el 9 de noviembre, el turismo nacional y extranjero no ha dejado de visitar el lugar y el número sigue sin descensos.
Peña Pérez dijo que los habitantes del ejido Agua Azul, que pertenecen al municipio de Tumbalá, procedieron a realizar labores de limpieza en el cauce donde a finales de octubre cayó un árbol con varias ramas de hasta 30 centímetros de diámetro.
Desde el pasado jueves se trabaja en el punto conocido como La Boquilla, con tres máquinas de dragado tipo 320, y se tiene previsto que con el muro que empezará a construirse mañana miércoles se corrija el problema de la caída del agua.
A la par de estas acciones, la Secretaría Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y los ejidatarios realizarán labores de reforestación en la zona, ya que a la falta de árboles, el agua de lluvia arrastra sedimentos que son depositados en el cauce del afluente y ésta es una de las causas de que el brazo derecho haya perdido fuerza.