Han llegado las mariposas monarca
Desde agosto, las mariposas monarca han volado más de cuatro mil kilómetros, desde el sur de Canadá y norte de Estados Unidos, para llegar a descansar en los bosques de oyamel que tapizan la Reserva de la Biósfera, que comparten los estados de Michoacán y el Estado de México.
Como cada año, han llegado puntuales a la celebración de Día de Muertos, refrendando la creencia mazahua y purépecha de que las almas de los seres amados regresan encarnados en mariposas monarca.
Los primeros grupos de mariposas monarca ya están en los principales santuarios, haciendo vuelos de reconocimiento para después, formar colonias que las protegerán del invierno y les permitirá dar a luz a la siguiente generación.
Tú puedes matarlas
Si tienes la intención de ir a contemplar este fenómeno, único en el mundo, debes saber que tu presencia puede destruir la especie. Por eso, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) creó el código del turista responsable.
Échale un ojo a algunas indicaciones:
1. No te apartes de los senderos marcados; está prohibido entrar con mascotas, comida y alcohol; desactiva el flash; no hables en voz alta porque alteras el descanso de las mariposas; no intentes atraparlas y no las pises porque muchas bajan para extender sus alas y tomar sal de la tierra.
2. No está permitido acercarse a más de 50 metros de los núcleos, las zonas donde se concentra la mayor cantidad de mariposas. Cerca de ahí sólo pueden estar 100 personas y en grupos de 20. El tiempo de permanencia es de 18 minutos. La respiración de tantas personas debilita y acorta la vida de las mariposas.
3. Permite que la gente local sea tu guía durante la visita al santuario. Ellos sólo reciben el pago o la propina que tú consideres justa. Después del 22 de noviembre puedes ir con un touroperador externo, pero debe dejar que el guía local haga su trabajo. Hay agencias que ofrecen recorridos antes de la temporada. Pero esto es desleal.
4. La mejor temporada para verlas volar es después de la primera semana de febrero. De diciembre a enero las monarcas están descansando en los árboles, perchadas en las ramas a manera racimos para protegerse. En estos meses hay que caminar más para acercarse a los núcleos porque la especie se refugia en las zonas altas de las montañas. En enero, la mariposa comienza a bajar y ya no hay que hacer tanto esfuerzo.
5. Si viajas por la carretera 57, baja la velocidad a 60km/hr.