Unas 330 mujeres homenajean la tradicional tortilla mexicana con una carrera
Corren sin importar la edad, la condición física o el atuendo deportivo. Lo hacen una vez al año de manera simbólica aunque el resto del año, la tradicional tortilla mexicana y el maíz, supone para ellas una labor diaria que les permite salir adelante.
Las mujeres de Santa María Coapan, comunidad de Puebla, reviven la labor que por años desempeñaron sus antepasados en la Carrera de la Tortilla.
Este año, 330 mujeres cuyas edades oscilan entre los 3 y los 69 años, participaron en esta carrera, única en México, cuyo objetivo es exaltar el trabajo que realizan en esta pequeña comunidad de la Sierra Negra de Puebla: la producción y distribución de tortillas hechas a mano.
"Hoy en la carrera voy a cargar 5 kilos, pero diario llevo 15 kilos de tortilla de maíz de casa en casa", señala en entrevista a Efe Eugenia Flores.
Tiene 50 años y participa por tercer año en la Carrera de la Tortilla, junto a su hija de 28 años.
Al igual que ella, María Marcaría también viene acompañada de su hija y sus nietas. Para María, es el primer año, y aunque no puede correr, la hará "a su paso".
"Yo participo por ser coapeña, me motivó que mis compañeras corren y dije, voy a probar a ver qué se siente", comenta para Efe.
Llega con su hija y sus tres nietas desde temprano al centro de Coapan a la ceremonia previa a la carrera, en la que el jurado pesa las tortillas que cargarán las participantes y revisa su indumentaria.
Las participantes realizan un recorrido de 4,5 kilómetros, distancia que separa su comunidad con Tehuacán, la zona conurbada más próxima donde venden sus tortillas casa por casa.
Años atrás las productoras de tortillas caminaban a diario cargando hasta 20 kilos a la ciudad más próxima, donde vendían su producto por las calles y mercados. "Estamos acostumbradas a caminar por horas cargando mucho peso", dice María de los Ángeles.
Ella ha heredado a su hija y sus nietas el "arte" de la elaboración de tortillas a mano a base de maíz blanco, azul, amarillo y rojo.
Los requisitos para participar en la Carrera de la Tortilla son: ser mujer, originaria de la región, portar la vestimenta tradicional y llevar un cesto con tortillas (alimento prehispánico elaborado a base de maíz).
Algunas mujeres deciden correr descalzas, otras, con unas sandalias denominadas "huaraches" y coloridas trenzas en el pelo.
Las más pequeñas cargan 3 kilos en sus espaldas al igual que las veteranas, donde se encuentran mujeres de hasta 68 años que llevan participando más de 20 años en la carrera.
Las jóvenes son las que más peso cargan, llegando a los 10 kilos.
Rosalía Benítez, nieta de María Marcaría, entra dentro de esta categoría.
"Es una experiencia que tenemos, es la tradición de cada año", apunta la joven de 17 años en entrevista a Efe.
Se dedica desde los 14 años, junto con sus hermanas, madre y abuela a la producción de tortilla de maíz. "Me dedico a ayudar a mi mamá, ella es la que va a vender".
En Santa María Coapan, comunidad ubicada en la Sierra Negra de Puebla, el 80 % de las mujeres se dedica a la elaboración y distribución del maíz.
Esta pequeña comunidad es considerada la "cuna del maíz" y así se presenta a su llegada con una imponente estatua de piedra en la que una "coapeñita" (término con el que se conoce a las mujeres originarias de Santa María Coapan) aparece cargando un cesto con tortillas portando su vestimenta típica.
Este año la participación ha duplicado la del año pasado, así como los visitantes que han querido conocer esta tradición.
"Seguimos impulsando este tipo de tradiciones; en esta edición, la participación ha sido mayor a la de años pasados y seguiremos trabajando para que nuestra cultura no desaparezca", remarca a Efe Miguel Ángel Albino, presidente auxiliar de Santa María Coapan.
La Carrera de la Tortilla cuenta desde el 2017 con la denominación de Patrimonio Cultural de Tehuacán.