El ABC de las mascarillas para cabello
¿Quién no quiere ir por la vida luciendo una melena brillante y suave? Contar con un buen shampoo y acondicionador es el primer paso para conseguirlo, pero no lo es todo. Para que no termine súper seco y maltratado por las múltiples acciones químicas al que lo sometemos, es imprescindible el uso de las mascarillas.
La mascarilla es un producto concentrado que penetra en las fibras capilares. Aunque hay muchos tipos, su función general es nutrir el cabello, manteniéndolo hidratado, haciéndolo más sedoso y manejable. Aunque su uso es sencillo, conviene seguir algunos consejos para beneficiarnos al máximo de sus componentes:
1. Elegir la correcta. Saber cuál es tu tipo de pelo y sus necesidades es esencial, ya que hay mascarillas específicas para cabello teñido, maltratado, etc. Evita aquellas que solo tienen silicona y agua porque, aunque darán una sensación de brillo inmediato, no hidratan las hebras, solo crean una película protectora temporal.
2. Fijarse en los ingredientes. Busca aquellas que sean ricas en proteínas e ingredientes como aceite de coco, de argán y de oliva, entre otros, que penetran en el cabello y lo mantienen saludable y sedoso.
3. Cómo aplicarlas. Puede ser antes o después del lavado. Si prefieres que sea antes, aplica el producto y recógete el pelo con una pinza o envuélvelo con una toalla humedecida con agua tibia, deja actuar entre 30 y 45 minutos y luego lávalo. Si lo usas tras el lavado, solo aplica el producto y retíralo con abundante agua después de cinco a 10 minutos.
4. Frecuencia. Generalmente se recomienda usarlas una o dos veces por semana, pero todo depende del estado del cabello. Si se encuentra maltratado puede usarse con mayor frecuencia y, si está sano, con una vez a la semana es suficiente.
5. Efecto reparador. Siempre escuchamos sobre la existencia de productos que recuperan las fibras dañadas, pero en realidad el pelo es un tejido muerto que no tiene esa capacidad regenerativa cuando se rompe o se desgasta. Sin embargo, una buena mascarilla crea una capa y rellena esos hoyos y grietas hasta el siguiente lavado.