Cómo identificar un queso manchego original
El queso manchego es una fuente rica tanto en proteínas como en vitaminas A, D y E, nutrientes esenciales para la visión, el crecimiento, la absorción de calcio y la prevención del desgaste de los tejidos, señala la quesería Villarejo.
Gracias a sus beneficios y a su delicioso sabor, este lácteo se ha popularizado alrededor del mundo. Sin embargo, no todos los quesos comercializados como “manchego” cumplen con los requisitos para llamarse de esta manera.
Aquí te decimos cuáles son las características de un queso manchego original y cómo se diferencia de los quesos vendidos en México.
Así como México protege la producción nativa de tequila y mezcal bajo ciertas normas reconocidas por el resto de los países, el queso manchego también cuenta con una denominación de origen.
Según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego, este lácteo solo se puede elaborar en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, provincias de la famosa comarca natural recorrida por Don Quijote: La Mancha, España.
Del mismo modo, el producto original se hace únicamente con leche de oveja de la raza manchega. La marca Quesos Artesanos Villarejo explica que las condiciones climatológicas favorecen el crecimiento de una vegetación muy rústica que sirve como alimento para esta especie.
El periodo de maduración es de 30 días para las piezas pasteurizadas con un peso igual o menor a 1.5 kilos. Para los quesos manchegos fuera de este parámetro, la maduración mínima es de 60 días. Debido a esta serie de factores, su apariencia, textura y sabor es diferente al de los quesos vendidos en nuestro país.
De acuerdo con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego, el producto original luce un entramado de pleitas en su superficie lateral. En las caras planas, el diseño de líneas divide el queso en cuatro partes iguales.
Su corteza es dura y su color externo varía desde el amarillo pálido hasta el verde negruzco, según los mohos desarrollados en la etapa de maduración. Su interior es firme, compacto, graso, con poca elasticidad y consistencia granulosa si está muy maduro.
El queso manchego de origen español se caracteriza por su olor láctico y su sabor ligeramente ácido, el cual resulta picante en las piezas más curadas. Sus tonos internos varían del blanco al marfil amarillento. Al cortarlo, se observan rebanadas lisas o con pequeños agujeros provocados por la fermentación, también llamados “ojos”.
En cuanto al queso manchego mexicano, conocido como queso tipo manchego, su elaboración se realiza con leche pasteurizada de vaca. El líquido pasa por procesos de coagulación, cortado, desuerado, fermentado, salado, prensado y madurado durante un periodo mínimo de siete días, indica la Revista del Consumidor.
Por su parte, el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana describe al queso tipo manchego como un lácteo de color amarillo pálido, con textura suave y firme, cuya forma puede ser cilíndrica aplanada o rectangular. Su sabor es parecido al del queso Chihuahua y se derrite con facilidad, por lo que es un ingrediente común en platillos tradicionales como el queso fundido, las enchiladas suizas y los molletes.
Ante las actualizaciones del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), el queso manchego mexicano solo se denomina así cuando el etiquetado especifica su origen nacional y su producción derivada de la leche de vaca. Asimismo, el envase no debe incluir ningún tipo de bandera o símbolos relacionados con España.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) asegura que también hay imitaciones del manchego mexicano hechas con grasas vegetales. Por esta razón, es importante que revises la etiqueta cada vez que vayas de compras. De este modo, invertirás tu dinero en alimentos de mejor calidad.