La madrugada del 26 de mayo nos brindó un espectáculo especial en varias partes del mundo con el primer eclipse lunar de 2021.
Los que se animaron a salir en altas horas de la noche, presenciaron no sólo la ocultación transitoria de nuestro satélite sino la llamada "superluna" y luna de sangre.
Donde primero se pudo apreciar el fenómeno fue en Australia y los surfistas en Sídney aprovecharon para correr unas olas en el ambiente especial.
Espuma blanca, mar índigo y luna de sangre; oportunidad única para esta surfista.
Un eclipse lunar total tiene lugar cuando la Tierra pasa entre la Luna y el Sol generando una sombra sobre la Luna. Los tres cuerpos celestes deben estar perfectamente alineados para que eso ocurra.
Una superluna ocurre cuando una luna llena o nueva coincide con el máximo acercamiento de nuestro satélite a la Tierra. Eso hace que la Luna se vea más grande.
En este caso también se conoce como también se conoce como la "superluna de las flores", ya que ocurre cuando aparecen las flores en la primavera del hemisferio norte.
La superluna en Ankara, sobre el Anitkabir, el mausoleo de Mustafá Kemal Ataturk, fundador de la Turquía moderna.
En las culturas antiguas había una fascinación con los eclipses a los que le otorgaban un significado místico y muchos mitos resultaron del fenómeno.
Unos interpretaban la luna de sangre como un mal augurio, otros como un asalto directo al rey. Sin embargo, para los druidas -la cultura que construyó el monumento megalítico Stonehenge, en Inglaterra- los eclipses lunares simbolizaban fertilidad.
Una luna de sangre se perfila entre las nubes añadiendo misticismo al monumento de Stonehenge.
Y de Inglaterra pasamos a Estados Unidos, con esta imagen de la Estatua de la Libertad.
La costa pacífica de Norteamérica fue también un lugar privilegiado para observar el espectáculo lunar.
Así se vio la superluna sobre el horizonte de la ciudad de San Diego, California, en Estados Unidos.
Un ojo celestial observa la ciudad de San Diego.
Y así en Río de Janeiro, en Brasil.
La estatua del Cristo Redentor enmarcada por la superluna en Río de Janeiro, Brasil.
La órbita de la Luna es elíptica, y un lado (apogeo) está unos 50.000 km más alejado de la Tierra que el otro más cercano (perigeo).
Por tanto, una luna llena que ocurre cerca del perigeo se llama superluna.
Durante este eclipse, la Luna se vio rojiza debido a que la luz solar no llegaba directamente a la Luna sino que parte de esa luz estaba filtrada por la atmósfera terrestre y se proyectaban sobre nuestro satélite los colores rojizos y anaranjados.
De ahí que misterioso efecto se conoce popularmente como "luna de sangre".
"Este cambio de color no se debe a un cambio físico en la Luna, sino simplemente a que la Luna se desplazará hacia la sombra de la Tierra", explicó a la agencia Press Association Patricia Skelton, astrónoma en el Real Observatorio de Greenwich, en Londres.
"La atmósfera de la Tierra desvía la luz del Sol y baña la luna con una luz roja".
En esta ilustración, que no es a escala, se ven las dos zonas de la sombra que proyecta la Tierra durante el eclipse, umbra y penumbra.
El eclipse lunar total de este 26 de mayo tuvo una duración de 15 minutos y fue visible en la mayor parte de Sudamérica y la costa oeste de Norteamérica.
También se vio parcialmente en algunas partes de Centroamérica y del este de Sudamérica, así como en la parte oriental de algunos países asiáticos y de Oceanía.
Este es el primer de los cuatro eclipses que veremos en 2021. El 10 de junio tendrá lugar el siguiente: un eclipse solar anular. Otro eclipse lunar tendrá lugar el 18 de noviembre y el último será un eclipse solar total el 4 de diciembre.