Investigadores descubren hierro y cobre en cerebro de fallecidos por Alzheimer
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Los investigadores de la revista ‘Science Advances’, publicaron un nuevo estudio donde identificado inesperadamente diminutos depósitos de cobre y hierro elementales en el cerebro de dos personas fallecidas con la enfermedad de Alzheimer.
Este descubrimiento podrían ayudar a los científicos a comprender mejor cómo estos metales elementales, descubiertos en el núcleo de las placas amiloides, contribuyen a las enfermedades neurodegenerativas y podrían apuntar a un objetivo para terapias alternativas contra el Alzheimer.
Aunque se sabe que las enzimas y las proteínas que contienen iones de cobre y hierro con carga positiva controlan procesos clave en el cerebro humano, se sabe poco sobre cómo el órgano mineraliza el hierro y el cobre, incluida la formación de nanopartículas metálicas elementales, que son más reactivas que los óxidos de los que surgen.
Para determinar la distribución y el estado químico del cobre y el hierro dentro de las muestras de placas amiloides humanas, Los investigadores examinaron núcleos de placas amiloides tomados de la materia gris de los lóbulos frontal y temporal de los cerebros de dos pacientes de Alzheimer fallecidos, utilizando un microscopio de rayos X de transmisión de barrido (STXM) basado en el sincrotrón.
Identificaron hierro y cobre en diferentes estados químicamente reducidos dentro de una misma placa, incluyendo varias formas ionizadas y elementales, lo que sugiere que pueden producirse repetidas reacciones de reducción y oxidación dentro de estos reveladores cúmulos de proteínas mal plegadas.
''La inesperada identificación de Cu0 y Fe0 dentro de las placas amiloides de la enfermedad de Alzheimer sugiere que los elementos metálicos biogénicos, previamente observados sólo en microorganismos, virus y plantas, también pueden aparecer en los seres humanos'', escriben los autores.
Y añaden que “la reactividad de estas fases metálicas difiere de sus homólogos de óxido metálico detectados anteriormente en el cerebro humano y tiene el alcance de redefinir nuestra comprensión de la neuroquímica de los metales y el papel de la toxicidad de los metales en las enfermedades neurodegenerativas”.