¿De qué dependen los márgenes de rentabilidad en cualquier proyecto? De aspectos como un buen desempeño operativo, un plan de acción fundamentado adecuadamente y la elección de maquinaria ligera eficiente, pero, ¿conviene más comprarla o rentarla si está usada?

En caso de que ahora mismo te encuentres definiendo qué rumbo tomarás con las obras que tienes en puerta, queremos invitarte a que continúes leyendo nuestra nota y te apoyes en la información que exploraremos a continuación.

Criterios para elegir entre renta y compra

Antes de tomar una decisión, es fundamental que las empresas realicen una evaluación de los pros y contras de rentar o adquirir maquinaria ligera usada, más allá del costo inicial. Se debe considerar la frecuencia de uso, la duración de los proyectos, la disponibilidad de capital y las necesidades de mantenimiento. Revisemos punto por punto:

• Tiempo de uso previsto: Si el equipo se empleará de forma continua en múltiples obras, la compra quizá represente un ahorro a largo plazo; en cambio, cuando se trata de trabajos específicos o de corta duración, la renta evita compromisos financieros innecesarios.
• Disposición inmediata: Mientras que el arrendamiento permite acceder a máquinas en cuestión de días, la compra requiere un proceso de adquisición, inspección y posible reacondicionamiento.
• Impacto en la liquidez: Adquirir maquinaria implica una inversión fuerte, capaz de afectar tu flujo de caja de la empresa. La renta, por su parte, distribuye los costos en pagos periódicos, lo cual facilita la asignación de recursos a otras áreas. Además, el mantenimiento y las reparaciones suelen estar cubiertos en contratos de alquiler.

Renta: una flexibilidad sin compromisos

Este modelo es un camino flexible para acceder a equipos en buenas condiciones, específicos para cada fase de la obra sin preocuparse por asumir los costos asociados a la propiedad, reparaciones o revisiones periódicas a largo plazo.

Ahora bien, en cuanto a la perspectiva financiera, abordemos el siguiente ejemplo: recurrir a la renta de plataformas de elevación permite liberar capital para destinarlo a aspectos como la adquisición de materiales, contratación de personal o expansión del negocio.

Y, sobre el mantenimiento, la mayoría de los contratos incluyen servicio técnico y reposición en caso de fallas, garantizando que las operaciones no se vean afectadas por imprevistos mecánicos y tiempos muertos.

Compra: una inversión a futuro

¿Cuáles son sus atractivos? Uno es la propiedad total del equipo. A diferencia de la renta, donde los pagos no generan ningún valor patrimonial, la compra se convierte en un activo del negocio, lo cual equivale a una estabilidad operativa y abre la posibilidad de revender la maquinaría cuando ya no se requiera para recuperar parte de la inversión.

Otro, es la reducción de costos conforme pasa el tiempo, ya que se eliminan las tarifas de alquiler y ya no se depende de la disponibilidad de terceros. Aunque, claro, la adquisición conlleva responsabilidades, tales como las refacciones, mantenimiento preventivo y correctivo, mano de obra y almacenamiento.

Depreciación y valor de reventa

Cuando se adquieren máquinas usadas, su depreciación es menor en comparación con equipos nuevos, pues gran parte de la pérdida de valor ocurre en los primeros años de uso: esto significa que un comprador es capaz de obtener un recurso funcional a un precio reducido sin enfrentar una disminución drástica en su valor de mercado.

Sin embargo, la velocidad con la que la maquinaria pierde valor depende de su estado, el modelo y la demanda. Ahora bien, el valor de reventa es un punto clave en la ecuación. Si se elige bien el equipo y se mantiene en óptimas condiciones, es posible recuperar una parte de la inversión al venderlo en el futuro.

Algunas marcas y modelos mantienen su valor mejor que otros, por lo que es fundamental investigar cuáles son más atractivos en el mercado de segunda mano antes de concretar una compra.

Por otro lado, la renta elimina la preocupación por la depreciación, puesto que, al finalizar el contrato, la empresa no se ve afectada por la pérdida de valor ni enfrenta la necesidad de vender nada cuando ya no es requerido. No obstante, dicha ventaja puede verse contrarrestada si los costos acumulados de alquiler superan el valor de compra a lo largo del tiempo.

Entonces, si la maquinaria tendrá un uso prolongado y existe la posibilidad de comercializarla en el futuro, la compra representará un mejor retorno de inversión; si la prioridad es evitar riesgos financieros y adaptarse a cambios en la demanda, la renta es la alternativa más conveniente.

¿Qué opción se adapta a tu proyecto?

Esta es la verdad: no hay una respuesta correcta, ni una errónea. Lo que hoy parece una buena idea, en unos años tal vez sea un obstáculo o una ventaja competitiva. Por ello, lo mejor es desarrollar un criterio sólido para evaluar cada escenario.

Los ciclos de vida de la maquinaria, las tendencias en financiamiento, entre otras cosas, cambian constantemente, así que te recomendamos mantenerte informado para que, a la hora de decidir, analices cada opción con calma y enfoque estratégico, en lugar de hacerlo de modo apresurado.

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