¿Qué hábitos desgastan tus tenis sin que te des cuenta?

Es bien sabido que el calzado se desgasta por el tiempo y el uso frecuente, pero esas no son las únicas razones: también existen ciertas acciones que pueden reducir su vida útil… Y quizá las realizas todos los días. ¿Te haces una idea de a cuáles nos referimos?

Sigue leyendo las próximas líneas para que te enteres de qué hábitos debes cambiar y cómo hacerlo antes de que continúes dañando tu par favorito.

Costumbres “inofensivas” que es hora de cambiar

Quitártelos y ponértelo sin desabrocharlos primero

Es común que las personas, por el ritmo acelerado del día a día, simplemente deslicen el pie dentro del tenis sin desabrochar las agujetas o los retiren empujando el talón con el otro pie, pero lo que eso provoca es un daño en la parte trasera del calzado que deforma el contrafuerte y debilita la sujeción.

Tu manera de caminar

El desgaste desigual en la suela es una señal de que la manera en la que pisas impacta en la vida útil de tus tenis. Si tiendes a apoyar más el peso en el talón o a inclinar el pie hacia dentro o hacia fuera al andar, es probable que algunas zonas de la suela se erosionen más rápido.

Observa la suela y, en caso de que haya un deterioro excesivo en un solo lado, presta más atención a tu pisada o considera recurrir a unas plantillas de soporte para corregir la distribución del peso. Es vital que realices alguna de estas acciones, o al comprar un nuevo para de tenis deportivos para hombre o mujer, o unos de uso diario, el ciclo volverá a repetirse.

No utilizar calcetines

El sudor y la humedad, al quedar atrapados en el interior, son factores que aceleran el deterioro, pues favorecen la acumulación de bacterias y malos olores. Además, el roce constante entre la piel y el forro de adentro es motivo suficiente para que los materiales se desgasten a tal punto en el cual el calzado pierde confort y resistencia.

No a todos les agrada la sensación de los calcetines, por ello, existen modelos invisibles o específicos para tenis que absorben la humedad sin comprometer la ventilación. Igualmente, se recomienda dejar que los tenis se aireen después de cada uso.

Los malos cuidados que destruyen su apariencia

¿Quieres unos tenis blancos relucientes? Entonces no los laves con técnicas erróneas, y eso incluye a los de color. Por ejemplo, meterlos a la lavadora sin protección y en un ciclo agresivo, podría debilitar las costuras, hacer que los materiales pierdan flexibilidad o que los colores se desvanezcan antes de tiempo.

Para una limpieza efectiva, lo mejor es hacerlo con un cepillo suave, agua fría y un jabón neutro, permitiendo que se sequen a temperatura ambiente, lejos del sol o fuentes de calor directo.

Ahora bien, otra cosa que ya no debes continuar realizando es tirar los tenis en cualquier rincón o apilarlos unos sobre otros, de lo contrario, aumentan las probabilidades de que se sientan más rígidos o que no ajusten bien la próxima vez que los uses. Destina un lugar para guardarlo.

Tampoco emplees en ellos productos como cloro, alcohol o solventes; incluso algunos sprays impermeabilizantes o desodorantes llegan a ser perjudiciales, pues sus residuos impactan en la transpirabilidad del calzado con el tiempo. Antes de aplicar cualquier cosa, revisa las recomendaciones del fabricante y elige opciones diseñadas para el material de tus tenis.

Factores externos que son perjudiciales

Determinadas superficies: No todas las suelas están diseñadas para resistir el mismo tipo de terreno. Correr en asfalto sobre superficies de grava o concreto rugoso puede hacer que la suela se desgaste de forma desigual y más rápido de lo esperado. Lo mismo pasa con los modelos diseñados para interiores cuando se utilizan en la calle.

El clima: La exposición prolongada al sol resecará la goma y hará que la suela pierda flexibilidad, mientras que el frío extremo es capaz de provocar que ciertos materiales se vuelvan quebradizos y pierdan capacidad de amortiguación.

Utilizar el mismo par para todo: Rotar el calzado ayuda a prolongar su durabilidad, si usas uno igual todos los días, no les da tiempo suficiente para recuperar su forma ni eliminar la humedad acumulada. Lo ideal es tener dos pares y alternarlos.

Conclusiones

A veces, los detalles, como una plantilla hundida, una suela con pérdida de tracción o un tejido que ha perdido firmeza, son signos de un desgaste ocasionado por hábitos acumulados. Cada cierto tiempo revisa el estado de tu calzado y enfócate en cuidarlos para que duren más.

Unos tenis bien mantenidos no solo se ven mejor, sino que también ofrecen el soporte y la seguridad que necesitas.

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