Arsenal supera al Tottenham en el derbi londinense
El derbi del norte de Londres, el famoso 'North London Derby' entre Arsenal y Tottenham, cayó este sábado del lado de los Gunners, que se impusieron por 2-0 gracias a dos goles en la primera mitad y no exentos de polémica del chileno Alexis Sánchez y del alemán Shkodran Mustafi.
Los Gunners, intratables en el Emirates Stadium esta temporada en la Premier League -llegaban al partido tras encadenar una racha de 10 victorias consecutivas en su feudo-, no dieron opción a sus vecinos, que acusaron en exceso la ausencia en el centro del campo de Harry Winks y el pobre estado físico de Harry Kane y Dele Alli, quienes llevaban toda la semana entre algodones.
Una gran primera mitad le valió al Arsenal para dejar los tres puntos en el barrio de Highbury & Islington y colocarse temporalmente quinto en la tabla, con 22 puntos, los mismos que el Chelsea y uno menos que el Tottenham, que ve seriamente mermadas sus opciones de luchar por el título de liga: si el Manchester City gana esta tarde al Leicester se colocaría con una diferencia de +11 puntos en lo más alto.
Sabían los hombres de Mauricio Pochettino que la casa de su acérrimo rival no es un sitio cómodo donde jugar -dos triunfos en sus últimas 32 visitas: 1-3 en Highbury en mayo de 1993 y 2-3 en el Emirates en noviembre de 2010-, y este sábado sucumbieron de nuevo ante unos 'Cañoneros' que parecen haber recuperado el hambre competitivo y la puntería de cara a gol.
Arsene Wenger apostó nuevamente por el tridente 'SOL' -Sánchez, Özil y Lacazette- y recuperó para el derbi al central alemán Mustafi, en el dique seco las últimas semanas.
Los de casa rondaron el gol muy temprano en el partido, primero con un lanzamiento desde dentro del área de Lacazette que se fue alto tras un error grosero de Dier en la salida y más tarde en una buena triangulación por el costado derecho entre Alexis y Bellerín, que puso el balón en boca de gol pero no llegó por poco el '9' galo.
Poco o nada se vio de los Spurs en los primeros 45 minutos, que sólo inquietaron a Cech con dos tímidos disparos a puerta, uno de Kane que atrapó manso el guardameta checo y otro de Eriksen que rebotó en el palo y se marchó fuera.
Precisamente, cuando mejor estaban los visitantes, llegó, como un jarro de agua fría, el tanto de Mustafi que inauguró el marcador (m.36). Pasada la media hora de juego, un robo limpio de Davinson a Alexis lo castigó inexplicablemente el árbitro Mike Dean como tiro libre, y el centro desde el lateral del alemán Özil lo cabeceó su compatriota Mustafi de forma magistral al palo largo de Lloris.
Apenas cinco minutos después, el Arsenal volvió a poner de relieve su excelsa pegada, y con su segundo disparo a puerta de la mañana -hubo dudas de si había fuera de juego- subió al luminoso el lapidario 2-0. Con el Tottenham ya pensando en el descanso, un gran balón entre líneas de Bellerín lo recogió Lacazette, quien vio a Alexis en el área de castigo y éste, con tiempo de sobra para controlar, fusiló en la salida a Lloris.
Movió fichas en la segunda mitad Pochettino y dio entrada a Winks por el hoy invisible Dembélé, pero el Tottenham no logró nunca meterse en el partido.
El Arsenal se llevó con justicia el derbi del norte de Londres (el primero en liga desde 2014), se metió de lleno en la lucha por la Liga de Campeones y se ganó, al menos durante unos meses, lo que en el Reino Unido llaman 'bragging rights', el derecho a presumir de victoria sobre tu acérrimo rival.