Miguel Layún tiene un triste debut con el Sevilla
Partido en Ipurua que pasará a la historia, no apto para personas con problemas de corazón. El Eibar, más torpedo que equipo de fútbol, no le concedió al Sevilla ni un minuto de tregua, en un partido donde el mexicano Miguel Layún debutó con el cuadro sevillano, al jugar los 90 minutos del encuentro.
Once segundos le bastaron a Kike García para perforar la red de la portería de un Sergio Rico que comenzó el enfrentamiento dubitativo. Un golazo fabricado y rematado por un hombre que está en racha tras despeje de su defensa. ¿Se la comió el portero? Lo que le faltaba. Luego tuvo manos blandas en una falta. Lo cierto es que le deja vendido una línea defensiva de cartón piedra. Fue el guipuzcoano un bloque convertido en rodillo con y sin balón que se cebó con su rival sin piedad alguna. Un espectáculo que mantuvo de pie a los aficionados de Ipurua durante prácticamente 90 minutos. Salió con las ideas muy claras y escribió un relato sublime. Montella volvió a su fase anterior tenebrosa: demostró su nulo conocimiento de lo que es el estadio azulgrana y puso en liza a Pareja, que volvía tras mucho tiempo, y los nuevos Layún, Mesa y Sandro, que aún no saben por dónde les da el aire. Y algunos como N'Zonzi siguen paseándose por los campos de España.
La primera mitad tuvo un solo color: el armero. Tras el tanto inicial de Kike, el segundo, a manos de Orellana llegó sin sorpresa alguna. El Sevilla seguía en los vestuarios. O tal vez pensando en la Copa. Sin embargo, un más que dudoso penalti por mano de Dani García en área propia derivó en un 2-1 que hizo despertar a los de Montella. Pareció ver la luz al final del túnel el Sevilla durante los minutos siguientes. Un mero espejismo. Iván Ramis fue el encargado de meter la puntilla en el 31' a un rival que volvía a quedar grogui sobre el césped. 3-1 al descanso y más que segura reprimenda del preparador italiano a sus jugadores.
Ni la lluvia ni el descanso fueron capaces de cambiarle el color al enfrentamiento durante la segunda parte. El Sevilla, con la cabeza ya en el partido de Copa ante el Leganés acabó pidiendo la hora ya en el 60´, cuando Orellana volvió a marcar para el equipo local. El chileno es un fichaje descomunal para el humilde Eibar. En el Celta y valencia quería jugar de diez y aquí Mendilibar le ha animado a buscarse las habichuelas como siete. Lo ha reflotado. Se soltó un partido de época. Cuesta abajo y sin frenos. Arbilla quiso entrar en el club de los goleadores, y clavó una falta directa a la escuadra de Sergio Rico, que poco pudo hacer. El meta sigue su calvario: tras el error grueso de la Copa le cayó una manita.
El equipo de Mendilibar acabó el partido con 32 puntos, a uno de su rival de hoy, habiendo enamorado a su afición. Ipurua en pie, acabó saltando y cantando, para redondear una mañana en la que su equipo brilló como nunca lo había hecho. El Sevilla lleva 28 goles recibidos en 22 partidos. ¿Qué pretende con semejante sonrojo?