Tomará tiempo para que los Medias Rojas vean el valor real del paquete de jugadores que recibieron al enviar a Andrew Benintendi a los Reales el miércoles. Después de todo, hay un prospecto (el derecho Josh Winckowski) que nunca ha lanzado más allá de Clase-A y aún hay tres jugadores por definirse que no estarán con los Medias Rojas hasta que comience la temporada de liga menor.
Pero el canje también incluye a un jugador intrigante, el único ligamayorista adquirido por Boston.
El dominicano Franchy Cordero es un jugador que durante años generó grandes expectativas entre los aficionados de los Padres. Eso es gracias al poder nato del que hacía gala el cañonero prácticamente cada vez que se paraba en el plato para una práctica de bateo. Gracias a esa virtud, en la República Dominicana lo apodaron como “El Matón”.
Cuando Cordero estaba en salud – algo no muy seguido – ese poder aparecía ocasionalmente en los juegos.
Por ejemplo, una línea que dio ante Matt Koch de Arizona el 20 de abril del 2018. Cordero detonó un batazo que salió a 116.3 millas por hora y recorrió una distancia proyectada de 489 pies, según Statcast.
Cordero dio otros dos batazos impresionantes en esa época, siendo todos en un tramo de ocho días. El 23 de abril ante los Rockies dio un estacazo que caminó 456 pies con una velocidad de salida de 113.7 mph.
Luego vino el tercero, un cohetazo ante los Mets que recorrió 459 pies y salió a 116.9 mph.
Hasta ese momento del 2018, los Padres estaban confiados en él. ¿Cómo no estarlo?
Pero poco tiempo después, pasó algo con Cordero que fue más frecuente que sus batazos de poder. Se lesionó. Producto a un desgarre en un antebrazo, el último encuentro del quisqueyano del 2018 fue el 27 de mayo. Disputó un total de 40 juegos en aquella temporada, empalmando siete cuadrangulares en 139 turnos al bate.
Aquellos que pensaron que Cordero tendría una campaña de despegue en el 2019 quedaron decepcionados cuando su temporada fue de apenas nueve encuentros, producto de una torcedura en el codo derecho.
Una semana antes del inicio de la campaña del 2020, los Padres canjearon a Cordero a los Reales como parte de un paquete de jugadores por el relevista zurdo Tim Hill.
“Es alguien que firmó con la organización de los Padres y se desarrolló allí. Es una persona A-1, un gran individuo”, dijo el gerente general de los Padres, A.J. Preller, luego del cambio. “Nunca es fácil tener esas conversaciones”.
Cordero sólo tuvo 26 turnos al bate con los Reales antes de que las lesiones volvieran a atacarlo. En esa ocasión, un desgarre en la muñeca derecha lo apartó del terreno durante seis semanas.
Regresó con los Reales el 23 de septiembre y respondió con un jonrón de dos carreras y cinco empujadas ante los Cardenales. Tuvo ocho turnos más el resto del año -- que terminarían siendo sus últimos con Kansas City.
Ahora, le llega el turno a Boston de intentar explotar el potencial del quisqueyano de 26 años.
La esperanza es que Cordero pueda estar en la alineación ante los lanzadores derechos.
Cambiar a Benintendi no fue una decisión fácil para el director de operaciones de béisbol de los Medias Rojas, Chaim Bloom, pero el ejecutivo explicó que valió la pena haber adquirido a tres prospectos y “un jugador de Grandes Ligas con mucho potencial, quien está bajo control contractual del equipo por más tiempo que de quien canjeamos. Tiene la capacidad de contribuir de inmediato y marcar la diferencia en ambas facetas del juego. La suma de todo es algo que tuvo sentido para nosotros”.
Tal vez estar alrededor de J.D. Martínez, a quien le fascina hablar y dar consejos de bateo, y el veterano Xander Bogaerts ayude a Cordero a elevar su juego más allá de sus habilidades natas. Además, jugar para un manager como el puertorriqueño Alex Cora, quien habla su mismo idioma y es conocido por haber ayudado a los jugadores latinos a mejorar su juego, será otra ventaja.
Es más que sólo poder para Cordero. Para alguien que puede darle con tanta fuerza a la bola, Cordero también puede correr. Además, es considerado un defensor sólido en las esquinas de los jardines.
“Un monstruo de múltiples herramientas”, era una expresión que utilizaba constantemente un ejecutivo de los Padres cuando hablaba de Cordero.
Los Medias Rojas intentarán explotar esas herramientas en el terreno y en la sala de videos.
“Obviamente, necesitamos conocerlo bien para saber con exactitud el puesto que tendrá”, dijo Bloom. “Pero históricamente, ha sido un jugador que puede defender las tres posiciones de las praderas y que cuenta con gran poder desde la parte izquierda del plato. Le da más fuerte que nadie a la bola en las Mayores. Debe de ser capaz de ocuparse de una labor similar [a la Benintendi].
“Exactamente cuándo jugará y cómo será utilizado es algo que iremos conociendo. Alex se dará cuenta de qué nos funcione mejor. Pero sabemos que (Cordero) es capaz de jugar en las praderas y de conectar la bola con autoridad. Trajimos a alguien con mucho potencial y si funciona, podrá ser un jugador de todos los días para nosotros.”