Víctor Guzmán esboza una gran sonrisa cuando escucha que debe ser uno de los chicos que deben liderar el cambio generacional en la Selección mexicana.
Rechazado por el Atlas y desdeñado en el Guadalajara, la adversidad ha marcado la trayectoria futbolística del “Pocho”, así es que cargar con la mutación del Tricolor no le intimida.
Empezó a demostrarlo la noche del jueves, con ese golazo que dio al representativo nacional la transitoria igualada -frente a Costa Rica- en el Estadio Universitario.
“Así es la vida, así ha sido la mía. Me han tocado muchas cosas de sufrir, batallar, trabajar día a día y, afortunadamente, he sido un hombre fuerte, lo cual me tiene aquí, donde estoy”, sentencia el volante del Pachuca.
Nacido en Tonalá, Víctor es de esos futbolistas que inició en el barrio, con el concreto como campo y piedras en el rol de los postes de las porterías.
Eso le ayudó a forjar el carácter que le distingue. Los Zorros no lo aceptaron por su supuesta baja estatura (1.75 metros) y las Chivas no le vieron condiciones, esas que sí le encontraron los Tuzos y hoy lo tienen como seleccionado nacional.
Le ha costado mucho llegar hasta el equipo nacional, por lo que advierte que llegó para quedarse. Tiene la mira puesta en la Copa del Mundo Qatar 2022.
“Claro que deseo quedarme. Si no, mejor le hubiera dicho al `Tuca´ Ferretti que no me trajera”, sentencia. “Si nada más venía a padrotear o algo así, le hubiera dicho que no. Vengo con todo y por todo”.
“A veces se habla mucho, pero hay que demostrar dentro de la cancha, y seré así siempre: hablo poco y demuestro mucho... Hasta donde Dios me permita”.
Espera que sea muy lejos, porque está convencido de que es momento de que los nuevos valores se hagan cargo de la Selección, para la que jugar los cuartos de final en un Mundial es utopía desde 1994.
Es cierto que les falta bagaje, pero el “Pocho” (23 años de edad) exige a los chicos de su generación quitarse estereotipos y creerse el grupo que marque diferencia.
“Tenemos que tomar esa batuta los jóvenes, con la ayuda de los experimentados”, afirma. “Darle y tenernos confianza de que se pueden dar los resultados. Anoche jugamos contra el equipo titular de Costa Rica, nosotros todos éramos jóvenes, y así es esto. Hay que tomar esa batuta, para que confíen en los nuevos valores”.
Actitud que debe estar acompañada de resultados, como el logrado en el Volcán. El proceso basado en jóvenes inició desde hace un mes, pero las derrotas frente a Uruguay (1-4) y Estados Unidos (0-1) los cimbraron, por lo que resaltan vencer a los ticos (3-2), al venir de atrás un par de ocasiones.
“En la concentración pasada, tuvimos dos derrotas que nos dolieron, pero esta victoria fue importante para esa misma confianza”, afirma. “Hay que tener los suficientes pantalones para asumir el reto”.
Él los tiene, porque así ha sido toda su vida. El Atlas y el Guadalajara le dieron la espalda, pero jamás claudicó y hoy es uno de los líderes en el cambio generacional de la Selección mexicana.
Víctor Guzmán, jugador de altura
Aferrado. Atlas dijo que por su estatura no llegaría; Chivas que no tenía futbol; Pachuca sí confió en él.
Campeón. Su consagración llega con el título que ganó con los Tuzos en el Clausura 2016.
Gol en Selección. Sueño cumplido al marcar su primer tanto con el Tricolor en el juego ante Costa Rica.
17 goles ha marcado en juegos de Liga MX