El VAR y Cazorla destrozan al Getafe
La magia de un hombre con una calidad inagotable como Santi Cazorla, autor de dos goles de penalti y de la jugada que desatascó el duelo ante el Getafe, acabó con el conjunto madrileño, que perdió 1-3 y lamentó las decisiones del VAR, definitivas para decantar un duelo excesivamente táctico.
Cazorla es inagotable. Sus recursos no parecen tener fin y su aparición en la segunda parte, con un pase excepcional sobre Moi Gómez, fue clave en un partido muy engorroso. Tuvo la ayuda del VAR, que en dos ocasiones se decantó del lado del Villarreal para desquiciar a un equipo, el Getafe, que pide a gritos que se acabe la temporada.
La "guerra" que anunció Javi Calleja y el duelo "directísimo" que definió José Bordalás presagiaban un choque conservador de dos de los rivales más antagonistas de los que pelean por Europa en las últimas jornadas que restan para terminar LaLiga.
Por un lado, el Villarreal, de los mejores tras la vuelta de la competición después de los tres meses de confinamiento. Con seis victorias y una derrota, la pasada jornada frente al Barcelona (1-4), el cuadro castellonense había volteado su situación dudosa en el centro de la tabla hacia otra más generosa con sueños continentales.
En el otro lado, el Getafe, con sólo una victoria y siete puntos de 21 posibles, se erigía como uno de los clubes más perjudicados por el parón de LaLiga. Sin embargo, su buena campaña hasta el inicio del estado de alarma dejó un colchón de puntos que ha permitido mantener sus aspiraciones europeas.
Bordalás planteó el duelo ante el Villarreal como una lucha por el centro del campo. Cambió su habitual 4-4-2 por un 4-5-1 e introdujo a David Timor en la medular para acumular hombres y hacerse dueño de una parte muy importante del verde.
Calleja contestó con Javi Ontiveros en el lugar del nigeriano Samu Chukwueze, a quien adelantó para suplir la baja en ataque de Paco Alcácer. Técnica contra músculo. Toque contra presión. Más filigranas frente a más juego directo.
Fruto de ese guión, ambos equipos firmaron una primera parte de anulación, de fútbol encorsetado y con pocas llegadas. Apenas un zapatazo de Ontiveros desde muy lejos que estuvo a punto de sorprender a David Soria y un cabezazo del serbio Nemanja Maksimovic que atrapó sin dificultad Sergio Asenjo, se sumaron a la lista de oportunidades del acto inicial.
El Getafe consiguió anular a su rival, pero le faltó dinamismo arriba. Con su despliegue físico, convirtió al Villarreal en un equipo inútil que esperaba sus opciones en la segunda parte, en la que era esperable que a los hombres de Bordalás les afectara el cansancio.
Sin embargo, el Getafe volvió reforzado del paso por los vestuarios. Consiguió algo más de fluidez y durante muchos minutos jugó en campo contrario. Y, sobre todo, apenas se vio inquietado hasta el minuto 60, con una falta envenenada sacada por Santi Cazorla.
Bordalás había conseguido su objetivo, anular por completo a su rival. El segundo equipo más rematador de LaLiga por detrás del Real Madrid sólo había probado a Soria en dos ocasiones y la última media hora iba a ser clave en los intereses de un equipo que sólo podía salir adelante con un destello.
Éste salió de Cazorla. El centrocampista del Villarreal está en un momento excepcional, envejece como el buen vino y está firmando una de sus mejores temporadas. Lo demostró con otra jugada marca de la casa que abrió el partido. Un pase magnífico entre la defensa azulona que dejó a Moi Gómez ante David Soria sirvió para que el portero del Getafe cometiera un penalti que tuvo que revisar el VAR.
El mismo Cazorla se encargó de transformar la pena máxima y alcanzó su noveno tanto este año en LaLiga y el número 13 en competiciones oficiales para superar su mejor registro histórico que consiguió en el Arsenal con 12 en el curso 2012/13.
Números increíbles para un jugador de 35 años que hasta hace no mucho tenía comprometida su carrera por culpa de un tobillo maltrecho y que con un sólo gesto desatascó un duelo en el que el Getafe aún no había dicho su última palabra.Los cambios de Bordalás hicieron efecto y las entradas al campo de Francisco Portillo y del canterano Hugo Duro surtieron su efecto. Ambos conectaron en un córner y Hugo Duro, de cabeza, marcó su primer gol en Liga que celebró como si hubiera ganado un título.
Sin embargo, otra vez los mismos protagonistas, Moi Gómez y el VAR, dieron ventaja al Villarreal. Esta vez fue Portillo el que derribó al jugador del conjunto castellonense, que cayó dentro del área tras controlar mal una pelota y recibir un toque de su rival en el pie.
Xavier Estrada Fernández miró en la pantalla la jugada y decretó la segunda pena máxima del encuentro que no desperdició Cazorla, el hombre que oxigenó un partido destinado al empate y que con su sangre fría dio un volantazo definitivo para los objetivos europeos del Villarreal. El tanto final de Peña, en el tiempo añadido, fue sólo un adorno a la exhibición de su compañero.