Nadal puede igualar los títulos de Grand Slam de Federer
Hay muchas cualidades que explican la superioridad sin precedentes ejercida por Rafael Nadal en el Abierto de Francia. Se puede mencionar por ejemplo el impredecible rebote de sus tiros de zurda, sus reflejos felinos para hacer las devoluciones, las condiciones atléticas que le permiten llegar a cada rincón de la cancha o su inagotable energía y espíritu de lucha.
Pero hay otra que se destaca por encima de todas las demás. Al menos de acuerdo con el tenista a quien Nadal superó durante las últimas dos finales en París.
“Llegas al partido sabiendo que, incluso si juegas tu mejor tenis durante tres o cuatro horas, ello podría ser insuficiente. Quiero decir, si lo logras tal vez tengas una oportunidad, pero tienes que rebasar tus límites en cada intercambio y en cada punto”, dijo a The Associated Press Dominic Thiem, quien ganó el Abierto de Estados Unidos hace menos de dos semanas. “Eso es lo que dificulta llegar al partido, además de la parte mental”.
El domingo, cuando comience la actividad del cuadro principal en Roland Garros, Thiem y todos los demás jugadores de la rama masculina tratarán de impedir que Nadal, de 34 años, haga historia.
Si el español se apodera de un 13er título en el Abierto de Francia —extendiendo su récord con el mayor número de cetros individuales en un major—, conseguirá algo incluso más significativo: Su vigésimo campeonato en un certamen del Grand Slam. Y con ello, empataría la marca de Roger Federer entre los hombres.
En los otros cuatro grandes, el palmarés de Nadal incluye cuatro trofeos del US Open, dos de Wimbledon y uno del Abierto de Australia.
Pero esta edición del Abierto de Francia dista de ser normal, en un año tenístico trastocado por la pandemia. Nadal llega con poca actividad, tras no participar en el Abierto de Estados Unidos. Y calificó como una “piedra” la nueva marca de pelotas que se utiliza.
Por si fuera poco, habrá condiciones más frías y mucha lluvia, según el parte meteorológico.
“Probablemente, las condiciones no son ideales para mí”, advirtió Nadal el viernes en París. “Pueden ser las condiciones más duras que me he encontrado aquí durante toda mi carrera, pero estoy aquí para luchar”.
Recientemente, se preguntó a Nadal si estaba consciente de la posibilidad de alcanzar a Federer, de 39 años, quien ha quedado fuera por el resto de la temporada luego de un par de cirugías en la rodilla derecha.
El mallorquín expresó una opinión que había manifestado antes.
“No es una obsesión para nada, nunca me he fijado en lo que tenía Roger (Federer) o Novak (Djokovic). Sé que se le da mucha atención, obviamente me encantaría acabar mi carrera con 25, pero es algo que probablemente no pasará”, comentó la semana pasada, durante el Abierto de Italia, el primer torneo de Nadal desde febrero por la crisis mundial de salud. “Seguiré peleando para jugarme mis opciones y al final, si juego bien, tendré mis oportunidades, ya veremos”.
Tal como Nadal mencionó, hay otro nombre a considerar en esta era. Y también ese tenista se está acercando a Federer.
Novak Djokovic, primero del escalafón mundial, había conseguido cinco de siete majors para elevar su total a 17, antes de ser descalificado del US Open, por golpear accidentalmente a una jueza de línea con una pelota.
En este año tan raro, la temporada de Grand Slam cerrará en Francia, el grande en arcilla que fue pospuesto de mayo a esta fecha por la pandemia de coronavirus.
“Roland Garros es el último Slam, la última oportunidad de esta temporada. Ya sabemos quién es el principal favorito. Desde luego que es Nadal. Todo lo que ha logrado aquí, quizás perdiendo un par de partidos en toda su carrera en esa pista... es quizás el récord más impresionante logrado por alguien en cualquier pista”, dijo Djokovic. “Así que, desde luego, que hay ponerle como el favorito para ganarlo.
Para ser precisos: Nadal ha ganado 93 de 95 partidos en Roland Garros y los últimos 21 de manera consecutiva.
¿Qué lo vuelve tan dominante en Francia?
“Es un tenista increíblemente bueno. Probablemente en arcilla es un poco mejor que en otras superficies”, recalcó Thiem. “Es zurdo, lo cual hace que sea muy incómodo enfrentarlo. Y su tiro con su perfil natural, con el topspin en la arcilla, hace que resulte cruel jugar en su contra”.
El austriaco toma notas, y espera emular algunos aspectos del juego de Nadal.
Lo mismo quisieran lograr muchos otros. Y otras.
En Roma, por ejemplo, la rumana Simona Halep y uno de sus entrenadores, Artemon Apostu-Efremov, atestiguaron un entrenamiento de Nadal.
“Mirábamos la forma en que él golpea la pelota. La aceleración, la energía que tiene en la cancha y la forma en que practica al 100 por ciento. Es siempre una inspiración”, dijo Apostu-Efremov. “Esta dedicación y concentración son algo que, desde luego, uno podría transmitir a Simona”.
Nadal terminó perdiendo en la tercera ronda de Italia, lo que no resultó ideal para la preparación a la que está acostumbrado antes de Roland Garros.
Pero el español en París siempre luce fortalecido.
“Sin importar cómo se sienta, estoy seguro de que encontrará un camino”, opinó Stefanos Tsitsipas, semifinalista de Australia en 2019 y quinto preclasificado en Francia. “Él siempre encuentra la forma, cada año. La arcilla es su superficie. Estoy seguro de que va a hacerlo bien”.