Zanardi sigue en su recuperación por el camino correcto
El campeón de Bologna, hospitalizado en la sala de neurocirugía del hospital de Pádova, libra su batalla tras el dramático accidente de handbike del pasado 19 de junio.
Los médicos le han reconstruido el cráneo y Alex Zanardi está despierto y puede ver, escuchar y sentir los estímulos. Reconoce a su esposa Daniela que lo visita todas las tardes. Hay una luz tenue al final del túnel, aunque aún se necesita tiempo y esperanza.
El milagro sigue ocurriendo poco a poco, paso a paso. Día a día. No hay que tener prisa, sino tener esperanza. Y fe. Su esposa Daniela lo visita en el departamento de neurocirugía del hospital de Pádova todas las tardes y Alex la reconoce cuando está en la habitación. Está despierto y alerta, pero no puede hablar por la traqueotomía que le realizaron para ayudarle a respirar. Con el ojo derecho ve y recibe lo que se le dice o se le hace. Escucha y reconoce voces.
Y hace el gesto que en Italia llaman "fare ok con il pollice", es decir, levantar el pulgar en señal positiva.
Alessandro Zanardi libra su batalla. Su cuerpo está atormentado por los acontecimientos que están marcando cínicamente su existencia, pero su alma no se rinde. De hecho, lucha con todas sus fuerzas. De vez en cuando lo movilizan en la cama y, en la medida de lo posible, reacciona a los estímulos.
El campeón no se rinde: los médicos reconstruyeron su bóveda craneal fragmento a fragmento tras el choque facial provocado por ese maldito accidente de handbike del 19 de junio.
Y como publicaron en el Corriere della Sera, “el cerebro, de regreso a una condición de seguridad, ha comenzado a tejer las conexiones nuevamente. La hazaña imposible se hace posible. Récord mundial de resurrecciones, poco a poco va escalando el segundo Everest que de repente apareció frente a él, y esta es una de las pocas buenas noticias de un año pésimo”.
La recuperación será larga, pero la esperanza sigue ahí, fuerte y sin grietas. El de Bologna, que ha tenido que ir logrando numerosas victorias a lo largo de su vida ante grandes adversidades, tiene un nuevo objetivo por alcanzar, probablemente el más difícil. El piloto, el atleta paralímpico, el hombre, Alex sigue con determinación ese destello de vida.