Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, destacó la buena imagen de su equipo ante el Getafe a pesar de las bajas y lo bien que se adaptaron sus jugadores a un nuevo sistema "sin trabajarlo", con tres centrales, para lograr el segundo triunfo seguido y que los madridistas crean que pueden "cambiar las cosas" y pelear por la Liga.
"Hicimos este cambio porque tenemos que adaptarnos a la situación, tenemos muchas bajas. Interpretamos muy bien el partido sin trabajarlo. Me alegro por los jugadores porque no es fácil, pero lo hicieron muy bien, sobre todo defensivamente", dijo en rueda de prensa.
Antes, en declaraciones en televisión, desveló cómo surgió su decisión de pasar a jugar con tres centrales y dos carrileros.
"No preparamos este sistema mucho, pero pasamos tiempo hablándolo y organizándolo. Los jugadores interpretaron bien lo que tenían que hacer. Es muy bueno porque no están acostumbrados a este dibujo y puede ser complicado, pero ha sido un partido bueno", afirmó en Vamos.
Cambiar la mala dinámica y conseguir dos triunfos en tres días, sumados al empate cedido por el Atlético de Madrid, dejan al Real Madrid a cinco puntos del líder, pero con dos partidos más. Zidane prefiere no mirar al rival y centrarse en su camino.
"No va a cambiar nada, nosotros vamos a lo nuestro. Faltan 51 puntos y vamos a seguir. Pelear es nuestro deber, es lo que tenemos que hacer, seguir con nuestro trabajo sin fijarnos en los demás. Es una buena victoria, dos consecutivas que necesitábamos todos nosotros y además con muchas bajas. Ahora hay que seguir", subrayó.
"No creo que haya madridistas que piensen que vamos a perder la Liga. Al revés, ellos siempre creen que podemos cambiar las cosas y es lo que vamos a intentar hacer. Con dificultades, pero seguimos peleando. Queda mucha Liga y muchas cosas por delante", agregó.
El técnico francés calificó de "ejemplar" la actitud de sus jugadores ante la plaga de bajas del equipo y reconoció que la suplencia de Isco Alarcón -jugó un canterano como Marvin antes que él de titular- se debió a su falta de entrenamientos por unos problemas de espalda.
"Isco no podía jugar, ha entrenado solo una vez con el equipo. Entró en el partido quince minutos, poco a poco. Era eso porque solo hizo un entrenamiento", sentenció.