Aficionados podrían volver al Abierto de Australia
Melbourne, la segunda ciudad más grande Australia, relajará las restricciones de su tercer confinamiento el miércoles, después de que las autoridades contuvieron la propagación de un brote de COVID-19 surgido en un hotel de cuarentena.
El gobierno del estado de Victoria aún no ha informado si permitirá el regreso de los espectadores para el Abierto de Australia con las mismas condiciones que regían antes del confinamiento de cinco días.
Las autoridades de salud pronto decidirán la cantidad de aficionados que podrán asistir los últimos días del torneo, indicó el primer ministro de Victoria Daniel Andrews.
“Decidiremos sobre el público en distintos lugares”, explicó Andrews. “Esto derivará en que la gente pueda moverse con libertad debido a que funcionó el cortocircuito que aplicamos en tan poco tiempo”.
El gobierno tampoco ha informado cuándo se reanudarán los vuelos.
Victoria, con una población de 6,5 millones, impuso el confinamiento para prevenir que se propagara el virus en la capital del estado.
La mayoría de los restricciones se levantarán a las 11:59 p.m. hora local, después de que no se detectaron nuevas infecciones en las últimas 24 horas, indicó Andrews.
Reabrirán sus puertas las escuelas y negocios.
Aún así se requerirá que la gente porte mascarillas y se limitarán las visitas a casas a un máximo de cinco personas hasta el 26 de febrero, cuando el último de los 25 casos activos de COVID-19 ya no sea infeccioso.
Todos los casos fueron rastreados a un hotel del aeropuerto de Melbourne, en el que los viajeros son puestos en cuarentena de 14 días a su llegada de viajes fuera del país.
Los dueños de los negocios se quejaron que el confinamiento, que fue anunciado apenas unas horas antes de que entrara en efecto a las 11:59 p.m. del viernes, afectó los festejos por el Año Nuevo chino y el Día de San Valentín.
Todos los asistentes que estaban en el Melbourne Park fueron desalojados a las 11:30 p.m. para que tuvieran tiempo de viajar a casa antes de que iniciara la orden de encierro. Muchos abuchearon mientras salían. El Abierto de Australia continuó sin espectadores.
Andrews no garantizó que no haya más cierres anunciados con poco tiempo de anticipación.
“No estoy dispuesto a aparentar ante la comunidad de Victoria que esto ha terminado”, dijo.
Melbourne concluyó un confinamiento de 111 días en octubre tras una nueva ola de infecciones de alcanzó su nivel máximo con 725 casos al día. La situación se atribuyó principalmente a los laxos procedimientos de control en dos hoteles de cuarentena en Melbourne.
En ese momento, el resto de Australia estaba relajando las restricciones debido a los pocos casos tras un confinamiento nacional.