Cuba planea llevar a unos 100 deportistas y quedar entre los mejores 20 países
Cuba planea llevar una delegación con cien o más deportistas a los Juegos Olímpicos de Tokio y mantiene su aspiración de quedar en el medallero entre las 20 primeras naciones participantes, aunque reconoce el cambiante panorama que impone la pandemia de la covid-19.
El presidente del Comité Olímpico Cubano (COC), Roberto León Richards, explicó en una entrevista con Efe que la posibilidad de completar una delegación de 100 o más competidores está muy vinculada con la clasificación del béisbol, cuyo evento eliminatorio aún no ha sido reprogramado.
El béisbol sería la única disciplina colectiva. El voleibol de playa femenino, por su parte, premia a dos jugadoras, declaró el titular del COC, quien ve con optimismo la inclusión del primer deporte en la programación olímpica.
No obstante, Richards considera que en caso de un “desenlace negativo”, la isla acudiría a la cita olímpica japonesa con la representación máxima de 80 competidores de unas 13 disciplinas deportivas, previendo las posibles limitaciones que puedan surgir en medio del azote de la pandemia.
“Los impactos de la covid-19 demandan replanteamientos, no solo para nuestro país, sino a nivel internacional”, dijo.
La covid-19, recalcó, es un fenómeno global que ha provocado “el detenimiento de la actividad competitiva, la necesidad de largos períodos de aislamiento, la adecuación del trabajo a las condiciones disponibles en los hogares y la incertidumbre en torno al evento para el que los atletas se han esforzado durante años”.
Richards llamó la atención sobre sus “impactos en varios ámbitos” como el psicológico, la pérdida de parámetros del rendimiento y afectaciones médico biológicas.
Para enfrentar esos inconvenientes, la estrategia ha sido el trabajo en equipo y con grupos multidisciplinarios en el diseño de un protocolo de seguimiento que ha dejado saldos “muy positivos”.
“Vivimos una posposición que suma un año de entrenamiento, enfrentado en condiciones difíciles, y tiene un significado especial para los atletas más longevos, pero Cuba está en condiciones de llegar a Tokio con el número de competidores aptos para ratificarla en la vanguardia mundial”, afirmó el directivo.
Dijo que el propósito de Cuba de quedar entre los 20 primeros países competidores es viable, pero deben ver “cómo se moverán los eventos clasificatorios pendientes y las ubicaciones definitivas”.
Además del béisbol, la isla tiene en trámite de clasificación los deportes más importantes de su representación, como el boxeo, que todavía no organizó sus competencias eliminatorias, el judo y el atletismo, que no han cerrado sus clasificaciones.
La preparación comienza casi al cierre de la versión precedente y para Cuba pasa por eventos de “alto significado competitivo” como los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos.
“La iniciamos con opciones para la casi totalidad de las preselecciones nacionales. El proceso de decantación, marcado por certámenes clasificatorios, posicionamiento en los escalafones, tiempos, marcas y otros criterios, se concreta según avanza el cuatrienio”, subrayó.
Y por ello ahora son 232 deportistas de 16 disciplinas los que se preparan con ese fin, incluidos los 41 ya clasificados.
Cuba tiene figuras con posibilidades de ganar medallas.
Entre esos exponentes, los boxeadores Andy Cruz, Julio César La Cruz o Lázaro Álvarez, todos campeones mundiales. En la lucha grecorromana Mijaín López, cuatro veces titular mundial y tres olímpico. Y la judoca Idalys Ortiz, también dueña del bronce en Pekín 2008, oro en Londres 2012 y plata en Río de Janeiro 2016.
Se espera el desempeño de las lanzadoras del disco Denia Caballero y Yaimé Pérez, del saltador Juan Miguel Echeverría y la pertiguista Yarisley Silva, así como de Rafael Álvarez en taekwondo.
El tiro y el piragüismo o canotaje son las otras disciplinas con posibilidades de lograr título en Tokio.
Reconoció que “nada ha sido igual en tiempos de la covid-19”, que provocó la desconcentración temporal de las preselecciones cubanas y otras limitaciones asociadas a la casi total paralización del calendario competitivo nacional e internacional.
Esa realidad obligó a diseñar indicaciones para entrenadores y atletas sobre “cómo ir compensando la situación a pesar de las limitaciones”, y junto al uso eficiente de las nuevas tecnologías de la comunicación se convirtió en “herramienta fundamental”.
Tras el regreso de los deportistas a los centros de entrenamiento, los parámetros se fueron restableciendo, relató, y calificó de “excelente” el ambiente de compromiso que predomina.
Sobre la protección de la inmunidad de los atletas cubanos, señaló que se seguirán los protocolos “más sólidos” recomendados por el Ministerio de Salud Pública, donde los científicos trabajan en el desarrollo de cuatro tipos de vacuna y “en ajuste a lo establecido por el COI y los organizadores de las Olimpiadas.