La danza se prepara para llegar a Juegos Olímpicos
En un año normal, docenas de bailarines adolescentes que aspiran a ganar el prestigioso Prix de Lausana llegarían desde todas partes del mundo a la ciudad suiza para competir bajo las luces brillantes del teatro.
En cambio, por las restricciones de COVID-19, los bailarines están mostrando rutinas pregrabadas en una pantalla plana ante jueces con distanciamiento social en el salón de un hotel y sin audiencia en vivo.
Con mascarillas negras, los nueve jueces garabatean notas en sus escritorios mientras ven a la británica Maia Rose Roberts, de 16 años, realizar una clase de ballet sola.
Nicolas Le Riche, exbailarín principal del Ballet de la Ópera de París, no encontró grandes diferencias con juzgar las actuaciones en vivo y dijo que se sintió conmovido al "descubrir a los bailarines a través de la pantalla".
"Ver a esos bailarines traer alegría, excelencia, pasión en esos videos es absolutamente asombroso", dijo en una entrevista.
Unos 80 bailarines de entre 15 y 18 años de 20 países compiten por seis premios, que se entregarán el 6 de febrero.
Un galardón puede ayudar a lanzar una carrera al hacer que los ganadores obtengan una beca de un año en una escuela o empresa asociada, como ocurrió con la italiana Alessandra Ferri y el cubano Carlos Acosta, quienes luego se destacaron en el American Ballet Theatre y el Royal Ballet, respectivamente.
Los organizadores siguieron adelante con la competencia, una de las más duras del mundo, porque los bailarines suelen actuar solo unos 20 años y están siempre en una lucha contra el tiempo.
"La razón por la que hemos peleado tanto por hacer el Prix de Lausana este año es para no perder un año en la carrera de un bailarín", dijo Kathryn Bradney, directora artística y ejecutiva del premio, quien extraña la magia del evento en vivo.
Bradney admitió que es un período "preocupante" ya que los presupuestos de la danza están expuestos a recortes por la recesión provocada por el coronavirus.
Pero se sintió alentada por los bailarines de este año.
"Tuvimos audiciones donde bailaban en sus garages, en sus salas de estar y tuvieron un alto nivel y estaban tan decididos que creo que el ballet realmente prevalecerá", concluyó.