NAIM vs AIFA: gasto vs Eficiencia
Uno de los temas más polémicos de la actual administración ha sido, sin duda, la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía “General Felipe Ángeles”, desde mucho antes de que tomara posesión como Presidente de la República el C. Andrés Manuel López Obrador, este tópico ya había generado gran alboroto, algunos pronosticaron que el peso caería estrepitosamente y que habría una fuga masiva de capitales si es que se osaba con cancelar una magnánima obra como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco (NAIM), como ya bien sabemos, nada de esto ocurrió.
La confianza de los inversionistas extranjeros y nacionales no se vio afectada, así como tampoco el precio del dólar frente al peso, todo esto tiene una razón fundamental, que se demostraron las deficiencias que el NAIM traería, por ejemplo, según expertos en la materia, el NAIM estaba destinado a hundirse, como mínimo, 5 centímetros al año, representando un gasto exorbitante en mantenimiento permanente, en comparación, el terreno elegido para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) cuenta con características que lo hacen mucho más apto para la construcción de un aeropuerto.
El NAIM se comenzó a construir en el año 2015 en lo que era el lecho del Lago de Texcoco, que tenía presente gran cantidad de agua en su suelo, era un terreno altamente inestable, sin embargo, se continuó con el proyecto, además, gracias a las prácticas de corrupción, el precio de los materiales subió y estos eran de mala calidad, lo que también contribuyó a que la obra avanzara de manera lenta, para finales de 2018, antes de su cancelación definitiva, apenas se tenía un avance total de obra de 35%.
Según estimaciones de expertos, el aeropuerto de Texcoco terminaría costando a los mexicanos cerca de 440 mil millones de pesos, esto bajo el supuesto de que los materiales no continuaran subiendo de precio y que tampoco se retrasaran más los trabajos, este presupuesto, comparado con los cerca de 91 mil 977 millones de pesos que costará el AIFA, hacen que la decisión de cancelar el NAIM tenga más peso que nunca.
Todo este ahorro de dinero se verá en cada una de las instalaciones del AIFA, por ejemplo, si hablamos de la torre de control, la de Santa Lucía costará 980´000,000 de pesos, en contraste con la del NAIM que tendría un costo de aproximadamente 1,242´131,349 pesos, teniendo prácticamente las mismas dimensiones, esto se debe, en parte, a que en el AIFA se estarán utilizando materiales que satisfagan las necesidades del aeropuerto, pero sin caer en excentricidades que supongan un gasto mayor e innecesario.
En teoría, tanto el NAIM como el AIFA servirían para lo mismo, sin embargo, la diferencia en la cantidad de dinero que se invertiría en cada uno es realmente notable, el AIFA no se quedará atrás tanto en tecnología como en capacidades, por ejemplo, el AIFA contará con las pistas más largas del país, con una extensión de 4500 metros, la única diferencia entonces con el NAIM será, precisamente, que no se permitirá el despilfarro del dinero de la nación ni la opacidad en los precios, haciendo de este aeropuerto el más austero pero práctico de la historia de México.
Fuente: https://vialidadesmexico.mx/