El año pasado el mercado de educación en línea creció más de 40 por ciento y se estima que durante 2021 este ritmo se mantenga, dijo en entrevista con MILENIO Oscar Fuente, director y fundador de IEBS Business School. 

"El ritmo de crecimiento se mantendrá o incluso aumentará ahora que sabemos que las medidas de distanciamiento aún irán para largo. Una vez que recuperemos la normalidad la tendencia no cambiará, se corregirá, pero no cambiará porque la gente se ha dado cuenta de los enormes beneficios que tiene y sobre todo de que los resultados que obtienen son similares o incluso superiores a la de presencia", señaló. 

Según cifras de la Asociación de e-Learning (AEFOL) el mercado hispano del e-learning creció por encima de 30 por ciento y movió un volumen de negocio por encima de los 20 mil millones de euros. 

"Sin lugar a dudas el empleo siempre es protagonista de la demanda de formación a distancia, pero ahora más que nunca. 

Los sectores más favorecidos en esta pandemia han sido salud, educación y todo lo relacionado con el empleo digital", afirmó el directivo. Indicó que estos procesos dan a los estudiantes una oferta global, con lo que pueden elegir entre más opciones y adaptar sus planes al que más les convenga. 

"Los retos son enormes tanto tecnológicos como metodológicos y humanos. Sin duda el eje que debe canalizar todos estos cambios debe ser seguir manteniendo al alumno y su aprendizaje en el centro del proceso para mantener la calidad y garantizar el aprendizaje", dijo. 

Explicó que muchas universidades han trasladado algunos modelos a la era digital, aunque eso no se puede considerar e-learning, sostuvo que además es necesario capacitar a los docentes para aprender a aprovechar los recursos del medio. "2020 fue un año de adopción y 2021 tiene que ser un año de consolidación y perfeccionamiento", finalizó. 

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Los niños de Latinoamérica y el Caribe han sido con diferencia los más afectados por los cierres de escuelas vinculados a la pandemia del coronavirus, una situación que puede dejar consecuencias desastrosas para el futuro, según advierte un nuevo informe de Unicef. 

La agencia de la ONU calcula que tres de cada cinco alumnos que han perdido todo un año escolar viven en esta región, donde los centros educativos han permanecido completamente cerrados un promedio de 158 días entre marzo de 2020 y febrero de 2021. 

“Si el promedio del calendario escolar es de 190, estamos hablando de que el 83 por ciento de ese calendario escolar se perdió en clases presenciales”, explica a Efe Ruth Custode, especialista de educación de la Oficina Regional de Unicef para América Latina y el Caribe. 

En contraste, a escala mundial el promedio de días con las aulas cerradas es de 95 días, lo que muestra a las claras la gravedad del cierre de escuelas latinoamericanas y caribeñas cuando se acerca el primer aniversario del estallido de la pandemia a nivel global. 

Panamá, con el cierre más largo de escuelas

 En todo el mundo hay 14 países en los que las escuelas se han mantenido, durante el último año, mayoritariamente cerradas y, de ellos, dos tercios son latinoamericanos y caribeños. 

Panamá es el país que más días ha tenido las escuelas completamente clausuradas, con 211 jornadas, seguido de El Salvador con 205 y Bangladesh con 198. 

También destacan los prolongados cierres en Bolivia, 192 días; Brasil, 191; Costa Rica, 189, o México con 180. 

Según Custode, la situación en Latinoamérica tiene “causas múltiples”, entre ellas el hecho de que los sistemas educativos en la región eran especialmente vulnerables, con bajos presupuestos y muchos centros sin condiciones básicas de higiene como agua corriente. 

Esas dificultades se han agravado con la pandemia, lo que ha hecho que “para los gobiernos sea muy difícil tomar el paso de reabrir las escuelas pensando en cómo garantizar esa seguridad” de alumnos y profesores, explica. 

Unicef apunta también que en la región la mayoría de los cierres se han decretado de forma generalizada, desde los ministerios, una “misma receta para todos” que no ha tenido en cuenta la situación de muchas zonas donde el virus tiene poca presencia y las escuelas podrían haber permanecido abiertas. 

En México, 27% de los estudiantes que viven en zonas rurales tienen acceso a una computadora y a internet, dejando al 73% restante sin el servicio, reveló el estudio Conectividad Rural en América Latina y el Caribe. Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia.

Esta cifra coloca a México por debajo de países de América Latina como Colombia donde 35% tienen acceso a la web, en Perú el 36% tienen el servicio, en Argentina el 64%, en Chile el 86% y en Brasil el 73% acceden a la red.

El análisis realizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft destaca que uno de cada cuatro estudiantes en zonas rurales no tienen acceso a la red en México, República Dominicana y Perú.

"Mientras que menos del 8% de los estudiantes favorecidos en estos tres países no puede conectarse a internet".

En cuanto a la velocidad de conexión, en América Latina el 33% de las escuelas posee ancho de banda suficiente, menos de la mitad de lo reportado en promedio en países de la OCDE que es de 68%, cifra que disminuye a 20% para el caso de México.

Sin embargo, el estudio destaca que en el país hay casos de organizaciones que permiten la conexión remota de comunidades aisladas como Rhizomática.

"El costo de estas redes es menor al de la instalación de la red convencional, se trata de una propuesta al alcance de las comunidades locales, cuyas posibilidades de escalabilidad requiere ser analizada".

Los comercios que se dedican a la venta de mobiliario para escuelas, han sido afectados desde el inicio de la contingencia sanitaria por Coronavirus (COVID-19) debido a que por más de tres meses permanecieron cerrados y a pesar de que reabrieron no han podido reponerse económicamente a causa del ciclo escolar a distancia. 

Guadalupe, comerciante de un negocio que vende escritorios, mesabancos y sillas para las instituciones educativas comentó que durante el receso escolar de verano es la mejor temporada de venta, sin embargo este año no se logró porque las escuelas no renovaron su mobiliario. "antes en estas fechas ya habíamos vendido mucho, y porque están cerradas las escuelas pues no vienen pero con nosotros venían de Ensenada y Mexicali". 

Los padres de familia ha tenido que adaptar el área de estudios en el hogar, y algunos han optado por comprar mesabancos o escritorios "es lo que más hemos vendido dos o tres mesabancos como pupitres pequeños, mesitas, sillas de las más chicas y económicas porque lo quieren para un niño y espacios pequeños".

Comentó que por la poca afluencia y bajas ventas tuvieron que bajar los precios de los muebles.

Aún no da inició el ciclo escolar 2020-2021 y algunos padres de familia buscan reforzar las clases virtuales con maestros particulares de manera presencial y virtual. Debido a que las clases a distancia que permanecen desde el mes de marzo a causa del confinamiento por Coronavirus (COVID-19) y algunos padres comentan que no resultó factible para sus hijos. Por lo que buscan reforzar con apoyo extra en este ciclo escolar. 

Sandra madre de dos hijos comentó que la hija mayor quien cursa primaria en una escuela privada de la ciudad, presentó distracción y bajo rendimiento durante las clases virtuales por lo que prefiere tener una maestra en casa para asesorías. "Me generará más inversión pero tiene que mejorar calificaciones y el próximo año si la pienso mover a una escuela pública".

Comentó que en estos meses tuvo que adaptar un área para colocar una computadora e impresora, con lo cual no contaban porque las tareas y trabajos en casa se realizaban en cuadernos o libros.

En Tijuana existen escuelas que buscan, además de adaptarse a las clases en línea, no generar un gasto extra para las familias de los estudiantes y la forma en que apoyan a la economía familiar es no pedir el uniformar de manera obligatoria.

Esta situación dejó desprotegidos a empresas como La Favorita, tienda especializada en venta de uniformes.

De acuerdo con una empleada, de la tienda ubicada en Villa Floresta, las ventas han disminuido hasta en un 70 por ciento.

“Si se ve una reducción en las ventas, la afluencia de gente es cada vez menor y, por ejemplo, esta semana casi no ha venido gente, aún cuando las clases empiezan el lunes”, afirmó.

Luego de tener dos años trabajando para La Favorita, la empleada, quien pidió guardar el anonimato, señala que en esta época ya la tienda debería estar casi vacía, sin embargo en las imágenes se puede observar la cantidad de mercancía que está a disposición de la gente.

Advierte uno de los empleados, que está situación ha provocado que les den menos días de trabajo por lo que la paga es menos y se ven afectados en sus bolsillos.

Además de ropa para escuela, uniformes, también esta tienda ha incluido dentro de su catálogo caretas, cubre bocas y venta de gel antibacterial a fin de mitigar los estragos económicos que ha dejado la pandemia del Covid-19.