Mercado gay. Negocio de 80 mil millones de dólares
La comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, entre otras minorías, puede aportar 80 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de México; sin embargo, la discriminación y falta de políticas incluyentes en empresas familiares merma el potencial del sector, detallaron empresarios y expertos consultados por EL UNIVERSAL.
"Hay una relación entre el PIB y la cantidad de derechos para lesbianas, gay y bisexuales. Por cada derecho ganado en materia de diversidad, el PIB per cápita aumenta 400 dólares en cualquier país y cuando se habla de una legislación esto se multiplica por tres", dijo César Casas, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT (FMELGBT).
Tras analizar los datos estimados por la FMELGBT y del Inegi, los 400 dólares de incremento representarían un alza de 4.6% en los 8 mil 541 dólares de PIB per cápita para 2016, mientras que los 80 mil millones de dólares implicarían un alza arriba de 7%, al tomar un PIB de un billón 45 mil millones de dólares.
Pero no todas las empresas en México están dispuestas en adoptar políticas de inclusión, el rechazo proviene en su mayoría de organizaciones familiares y tradicionales.
Para María Fonseca, decana de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, el rechazo de las empresas familiares hacia políticas incluyentes puede ser accidental y no planeado. "Es por el tema de valores tradicionales, tal vez en una multinacional se adoptan estas prácticas, pero en las empresas familiares no lo tienen como prioridad", añadió.
Pink Market
"El pink market o pink money [dinero rosa] no está del todo desarrollado en México, aunque cada vez empieza a crecer más. Hay estudios en Europa y Estados Unidos que muestran a este sector o segmento del mercado más fuerte, porque tiene mucho más poder económico", explicó Karla Barajas, investigadora de la Universidad Anáhuac.
Pero no todo es color de rosa. A la comunidad gay no le gustan los productos diferenciados, en realidad, le disgusta.
Empresarios y especialistas coinciden en el rechazo hacia productos "clasificados" para la comunidad LGBT; en cambio, reconocen que la oportunidad radica en generar artículos o servicios incluyentes; es decir, en permitir que las características o estilos de vida de la comunidad gay no sean obstáculo para un beneficio.
"Más bien estamos buscando que nuestra oferta de productos pueda ser extensiva a cualquier persona", destacó.