Como sucedió antes, Kobe siempre tuvo la pelota, la tiene previo al Super Bowl
Pocas veces las alertas noticiosas que se reciben en el celular rompen la pasividad de un domingo por la tarde. Múltiples miradas en los teléfonos, deslizando con el dedo la mayor información reflejaba que aquello que se leía era más que importante.
De a poco lo que inició como el reporte de un accidente de helicóptero, sumó notoriedad cuando se confirmó que uno de los cinco fallecidos era Kobe Bryant, el ex basquetbolista de los Lakers que escribió una época en la NBA.
Las personas que caminaban por los pasillos del Miami Beach Convention Center donde se llevarán a cabo esta semana varios actos alrededor del Super Bowl LIV, no dejaban de mencionar el nombre de Bryant.
No es para menos, el hombre de los Lakers se encargó de rescatar el espectáculo de una liga que perdió rumbo y atención cuando Michael Jordan se retiró. En los monitores que sintonizaban noticias o el Pro Bowl, el cintilo rojo de breaking news iba seguido del mensaje que confirmaba la muerte de Kobe.
No hubo lágrimas pero si rostros de aflicción. El momento se hizo más triste cuando se reveló que en el accidente de aeronave también falleció Gianna, la hija de 13 años de Kobe.
Ambos acudieron el sábado por la noche al juego de los Lakers donde LeBron James lo superó como el tercer anotador con más puntos en la historia de la NBA. Sin saberlo James rindió un homenaje en vida a Bryant al llevar escrito en sus zapatillas "Mamba4Life".
Esta tarde arribaron los Chiefs y 49ers a la ciudad sede del Super Bowl, se suponía que iba a ser la noticia de los programas deportivos, pero como sucedió en su época como jugador, Kobe siempre tuvo la pelota para cambiar el final del juego.