'Dreamers pueden estar tranquilos', asegura Trump
Los jóvenes inmigrantes que llegaron a Estados Unidos sin autorización legal siendo niños pueden “estar tranquilos”’, aseguró ayer el presidente Donald Trump, al señalar que los llamados dreamers no serán blanco de las deportaciones estipuladas en sus políticas de inmigración.
Trump dijo que su gobierno “no va tras los dreamers, vamos tras los criminales”.
El Presidente, quien siendo candidato adoptó una línea dura sobre la inmigración, reafirmó que cumplirá su promesa de construir un muro en la frontera con México. Pero se abstuvo de exigir que los fondos sean incluidos en una propuesta de gasto.
Quiero el muro fronterizo. Mis seguidores definitivamente quieren el muro fronterizo”, declaró en una entrevista en la Oficina Oval. Cuando se le preguntó si promulgaría una iniciativa que no incluyera fondos para el proyecto, respondió: “Todavía no sé”.
Trump habló a pocos días de cumplir 100 días en la Presidencia, un referente que calificó de “artificial”.
Aun así, la Casa Blanca está ansiosa de mostrar progreso en una serie de asuntos que Trump prometió cumplir dentro de sus primeros 100 días, pese a reveses. Uno de estos fracasos fue el no poder revocar y reemplazar la actual ley de cuidado de salud.
Como candidato, Trump criticó fuertemente al presidente Barack Obama por otorgar “amnistías ejecutivas ilegales”, que incluyeron medidas que brindaron protección contra las deportaciones a jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños pero que viven de manera ilegal. Pero tras las elecciones, Trump empezó a hablar más favorablemente sobre los dreamers. Ayer, el mandatario dijo que respecto a ellos, “éste es un caso de sensibilidad”.
Esta semana, abogados de Juan Manuel Montes denunciaron que el joven, de 23 años, fue recientemente deportado a México pese a estar debidamente calificado para posponer su deportación.
Trump subrayó que el caso de Montes es “un poco diferente que el caso de un dreamer”, pero no explicó por qué.
El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) fue lanzado en 2012 como un recurso temporal para proteger de la deportación a jóvenes inmigrantes.
El programa del gobierno de Obama ofreció un aplazamiento de deportación para jóvenes que radicaran en el país con estatus migratorio irregular y que pudieran demostrar que ingresaron antes de cumplir los 16 años, que hayan vivido en EU por varios años y que no hayan cometido un delito desde su llegada.
El DACA también brinda permisos laborales para inmigrantes y se puede renovar cada dos años.