Recuperan 20 totoabas enmalladas por pesca furtiva en BC
En aguas del Golfo de California a 10 kilómetros al norte de San Felipe, Baja California, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Marina (Semar) recuperaron 20 totoabas muertas, que estaban enmalladas en una red tipo chinchorro que buscaban ser sustraídas por pescadores furtivos.
La acción conjunta de las autoridades federales respondió a un reporte de la ONG Sea Shepherd que realiza investigación de apoyo en el polígono de protección de la “vaquita marina” y la totoaba, tras detectar la presencia de la una red en la coordenadas 31 06.124 LN 114 50.636 LO.
Con esta cifra, suman casi los 300 ejemplares de totoaba recuperados en redes de enmalle que a lo largo de la estrategia del Gobierno Federal para la protección del Alto Golfo de California, se evitó tuvieran como destino final del mercado negro asiático para su indebida comercialización.
Estas acciones conjuntas y encabezadas por las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional desde marzo del 2015 a marzo del 2017, lograron la detención y consignación ante el Ministerio Público Federal de 174 personas acusadas por la realización de actividades ilícitas y tráfico de especies protegidas y en peligro de extinción.
En dicho periodo se han asegurado 15 barcos, más de 180 lanchas y 40 vehículos, así como más de 900 redes y diversos artes de pesca que se presume pudieron haber provocado la muerte de 4 ejemplares de “vaquita marina”, como demuestran estudios realizados por la procuraduría.
El operativo conjunto de Semar y Profepa permitió la recuperación de una red tipo chinchorro con 20 ejemplares de totoaba mcdonaldi, dentro del mar a 10 kilómetros al norte de San Felipe, Baja California, en atención a un reporte de la ONG SEA SHEPHERD.
Inspectores federales de la Delegación Federal de la PROFEPA en el estado de Baja California verificaron que 17 organismos se encontraban en estado de descomposición y 3 en regulares condiciones, así como una red tipo chinchorro de 250 metros de longitud y de 10 pulgadas de luz de malla.
Los 17 ejemplares fueron anclados en el mar por su mal estado y los 3 ejemplares en regulares condiciones fueron trasladados a las instalaciones de Profepa San Felipe para su destino final, el cual consistió en destruirlos y enterrarlos en una fosa cubriéndolos con cal.
Es importante mencionar que se destruyeron dos de las tres vejigas natatorias de los ejemplares, por lo que una se conservó en un refrigerador dentro de las instalaciones de Profepa en San Felipe B.C. para ser usado en el adiestramiento de binomios caninos de la Policía Federal División Gendarmería.