EE.UU. reconoce que no se ha avanzado lo esperado en la última ronda de TLCAN
Estados Unidos aseguró hoy que en la séptima ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no se ha avanzado lo esperado, aunque afirmó que seguirá trabajando para lograr con México y Canadá un nuevo convenio reequilibrado.
Se han tratado "asuntos muy difíciles, asuntos técnicos, y aprecio el esfuerzo hecho por los negociadores. A pesar de este trabajo tan arduo, no hemos avanzado como esperábamos", dijo en un mensaje a medios el representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en la Ciudad de México.
Lamentó que solo se cerraron tres capítulos adicionales, el de buenas prácticas regulatorias, publicación y administración de medidas sanitarias y fitosanitaria, así como anexos sectoriales en relación a sustancias químicas y fórmulas de alimentos.
Lighthizer indicó que los tres socios necesitan cerrar 30 capítulos, de los cuales hasta ahora solo han terminado seis, por lo que aún queda mucho camino por recorrer.
Afirmó que durante esta ronda se avanzó "sustancialmente" en telecomunicaciones y barreras técnicas del comercio, mientras que se incluyó el capítulo sobre energía.
"Estos capítulos son importantes y ponen en evidencia que los tres países quieren modernizar el TLCAN", aseguró.
El avance, no obstante, ha de hacerse "rápidamente", debido a la proximidad de la jornada electoral que México enfrentará el próximo primero de julio, cuando se elegirá, entre otros cargos, al próximo presidente del país.
El tiempo es "muy corto", y la nación latinoamericana no es la única que celebrará comicios este año, recordó Lighthizer, quien aludió a las elecciones en Ontario y Quebec, así como las intermedias en Estados Unidos.
Del 25 de febrero al 5 de marzo tuvo lugar en Ciudad de México la séptima ronda de negociaciones del TLCAN, en un principio importante por tratar temas espinosos como las reglas de origen del sector automotriz, que buscan garantizar el uso de productos fabricados en la región.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la semana pasada que va a imponer un arancel a las importaciones de acero y aluminio para proteger la industria doméstica, lo que desató preocupación internacional, y este mismo lunes aseguró que podría quitar dichos impuestos a Canadá y México si el nuevo convenio es "justo".