Apenas unas horas después de que Estados Unidos, Francia y Reino Unido ejecutarán un ataque contra Siria por el presunto uso de armas químicas, la Casa Blanca aseguró "con confianza" que el "régimen" de Bachar Al Asad estuvo detrás del ataque ilegal del pasado sábado en Duma.
"Estados Unidos asegura con confianza que el régimen sirio empleó armas químicas en la localidad de Duma, al este de Damasco, el 7 de abril, matando a docenas de hombres, mujeres y niños, e hiriendo gravemente a cientos de personas más", señaló la Casa Blanca a través de un comunicado.
Esta certeza se debe, según la nota, a "múltiples" informes periodísticos, vídeos e imágenes que muestran, entre otras cosas, dos de las bombas empleadas contra Duma.
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que las decenas de personas fallecidas en Duma mostraban "síntomas relacionados con una exposición a químicos altamente tóxicos".
Sin embargo, cabe señalar que aún no se ha podido producir una investigación 'in situ' por parte de los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), que habían expresado su intención de comenzar las pesquisas la próxima semana.
"Nuestra información es consistente y ha sido corroborada por múltiples fuentes. Estas armas químicas fueron empleadas como parte de una ofensiva que ha durado semanas contra este enclave de la oposición densamente poblado", sostiene el comunicado.
La portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, se refirió esta mañana al "patrón en el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Asad" y advirtió que este tipo de acciones "sobrepasa" todos los límites.
EE.UU., Francia y Reino Unido ejecutaron en la madrugada del viernes un ataque contra instalaciones del programa de desarrollo de armas químicas sirio, en el que 105 misiles destruyeron, según el Pentágono, un centro de investigación próximo a Damasco y un almacén y un búnker ubicados en Him Shinshar, en la provincia de Homs.
Luego de que un rayo cayera en inmediaciones de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el número de víctimas mortales llegó a tres y una cuarta persona se encuentra gravemente herida, informaron fuentes oficiales.
El rayo cayó cerca del parque Lafayette, ubicada al otro lado de la calle de la Casa Blanca, alcanzando a una pareja de ancianos, quienes fueron identificados como James Mueller, de 76 años, y Donna Mueller, de 75.
Un hombre de 29 años también murió, según confirmó la policía el viernes en la tarde, mientras que la cuarta persona está "en estado crítico".
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que la presidencia estaba "acongojada por la trágica pérdida" y envió condolencias a los familiares de los fallecidos.
La probabilidad de ser golpeado por un rayo es de una en un millón, según las autoridades estadounidenses, y de acuerdo al servicio meteorológico unas 27 personas murieron por año en Estados Unidos por este tipo de evento en la última década.
Un gran rayo iluminó momentáneamente la Casa Blanca durante una poderosa tormenta en Washington el jueves (4 de agosto)
El ataque mortal mató a dos personas e hirió gravemente a otras dos en Lafayette Square de Washington, justo al norte de la Casa Blanca.
Lafayette Square, un parque público de siete acres, a menudo está lleno de visitantes, especialmente en los meses de verano.
Una cámara de Reuters montada en un edificio al otro lado de la calle capturó el momento en que un rayo cayó sobre las cuatro víctimas cerca de un árbol que se encuentra a metros de la valla que rodea la residencia y las oficinas presidenciales.
"Esta es la casa del pueblo. Debería ser un lugar que todos puedan ver. Nos entristece la trágica pérdida de vidas después del rayo en el Parque Lafayette anoche", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, al comienzo de White's White. Sesión informativa de la casa.
Los cuatro sufrieron heridas graves y potencialmente mortales y fueron trasladados a hospitales del área, donde dos murieron más tarde, dijeron las autoridades.
Las dos víctimas eran una pareja casada, de unos 70 años, que visitaban Wisconsin, dijeron las autoridades.
Los científicos dicen que el cambio climático está aumentando la probabilidad de que caigan rayos en los Estados Unidos.
Las condiciones cálidas y húmedas en Washington el jueves estaban preparadas para la electricidad.
Las temperaturas del aire alcanzaron un máximo de 94 grados Fahrenheit (34 grados Celsius), o 5F (3C) más que la temperatura máxima normal de 30 años para el 4 de agosto, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Más calor puede atraer más humedad a la atmósfera, al mismo tiempo que fomenta una corriente ascendente rápida, dos factores clave para las partículas cargadas, que conducen a los rayos.
Los integrantes de BTS se reunieron este martes en la Casa Blanca con el presidente estadounidense Joe Biden, con quien abordaron temas sobre los crímenes de odio contra la comunidad asiática en Estados Unidos y alzaron la voz a favor de la diversidad.
“Estamos devastados por la reciente oleada de crímenes de odio, incluidos aquellos contra los estadounidenses de origen asiático. Nos gustaría aprovechar la oportunidad para levantar la voz y decir que estamos aquí”, dijo tras la reunión el cantante Jimin en rueda de prensa.
Biden recibió a la banda de K-pop para concluir los eventos del Mes de la Herencia Asiático-Americana en la Casa Blanca, adonde se acercaron decenas de seguidores con la esperanza de ver a sus ídolos surcoreanos.
El grupo compareció en rueda de prensa junto a la portavoz de Biden, Karine Jean-Pierre, quien presentó a BTS no solo como ganadores de los Grammy sino también como promovedores del “respeto” entre los jóvenes.
“Agradecemos al presidente Biden por darnos esta importante oportunidad para hablar sobre las causas importantes y por recordarnos lo que podemos hacer como artistas”, declaró por su parte RM, otro de los integrantes.
Los siete miembros de BTS intervinieron en la rueda de prensa con cortos mensajes en inglés y coreano, en los que ensalzaron la diversidad cultural y agradecieron al “ejercito de seguidores” que los apoya desde distintas naciones.
Biden promulgó el año pasado un proyecto de ley para combatir los crímenes de odio contra la comunidad asiática, especialmente los derivados de la pandemia de covid-19, que generó una ola de ataques contra personas de origen asiático.
Algunas ONG atribuyen la reciente estigmatización de los ciudadanos con raíces en Asia a los comentarios del expresidente Donald Trump (2017-2021) sobre la covid-19, que describía como “el virus de China”.
“(Biden) ha liderado un esfuerzo histórico en el Gobierno para combatir el racismo, la xenofobia y la intolerancia. En su primera semana emitió un memorando presidencial para oponerse a todo eso”, reivindicó Jean-Pierre.
Los integrantes de BTS se reunieron este martes en la Casa Blanca con el presidente estadounidense Joe Biden, con quien abordaron temas sobre los crímenes de odio contra la comunidad asiática en Estados Unidos y alzaron la voz a favor de la diversidad.
“Estamos devastados por la reciente oleada de crímenes de odio, incluidos aquellos contra los estadounidenses de origen asiático. Nos gustaría aprovechar la oportunidad para levantar la voz y decir que estamos aquí”, dijo tras la reunión el cantante Jimin en rueda de prensa.
Biden recibió a la banda de K-pop para concluir los eventos del Mes de la Herencia Asiático-Americana en la Casa Blanca, adonde se acercaron decenas de seguidores con la esperanza de ver a sus ídolos surcoreanos.
El grupo compareció en rueda de prensa junto a la portavoz de Biden, Karine Jean-Pierre, quien presentó a BTS no solo como ganadores de los Grammy sino también como promovedores del “respeto” entre los jóvenes.
“Agradecemos al presidente Biden por darnos esta importante oportunidad para hablar sobre las causas importantes y por recordarnos lo que podemos hacer como artistas”, declaró por su parte RM, otro de los integrantes.
Los siete miembros de BTS intervinieron en la rueda de prensa con cortos mensajes en inglés y coreano, en los que ensalzaron la diversidad cultural y agradecieron al “ejercito de seguidores” que los apoya desde distintas naciones.
Biden promulgó el año pasado un proyecto de ley para combatir los crímenes de odio contra la comunidad asiática, especialmente los derivados de la pandemia de covid-19, que generó una ola de ataques contra personas de origen asiático.
Algunas ONG atribuyen la reciente estigmatización de los ciudadanos con raíces en Asia a los comentarios del expresidente Donald Trump (2017-2021) sobre la covid-19, que describía como “el virus de China”.
“(Biden) ha liderado un esfuerzo histórico en el Gobierno para combatir el racismo, la xenofobia y la intolerancia. En su primera semana emitió un memorando presidencial para oponerse a todo eso”, reivindicó Jean-Pierre.
El combate a la corrupción es un interés de seguridad nacional para Estados Unidos y por lo tanto, apoyará la capacidad de instituciones nacionales e internacionales y fortalecerá la capacidad de la sociedad civil y los medios enfocados en investigar y destapar casos sobre el tema, anunció este jueves la Casa Blanca en un comunicado firmado por el presidente Joe Biden.
A principios de mayo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió una nota diplomática para expresar su extrañamiento por el supuesto apoyo financiero de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Integral (USAID, por sus siglas en inglés), a Organizaciones no Gubernamentales como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, a la que calificó de “opositora”, y alegó que es una “muestra de injerencismo del gobierno de Estados Unidos en asuntos que sólo competen a los mexicanos”.
El 31 de mayo se quejó de que su nota no había recibido respuesta y este miércoles se lanzó contra la Embajada de Estados Unidos, diciendo que reparte “maíz con gorgojo”; esto es, que sigue entregando dinero a organizaciones opositoras.
En el Memorándum Estudio de Seguridad Nacional, Biden afirmó que la corrupción “amenaza la seguridad nacional de Estados Unidos, la equidad económica, los esfuerzos contra la pobreza global y en pro del desarrollo, y la democracia, en sí misma”.
Por lo tanto, combatirla se convierte en un “interés de seguridad Nacional de Estados Unidos” y el gobierno encabezará los esfuerzos para “promover la buena gobernanza, traer transparencia a Estados Unidos y los sistemas financieros globales; prevenir y combatir la corrupción a nivel nacional y en el extranjero, y hacer cada vez más difícil para los actores corruptos realizar sus actividades”.
Para ello, presentó una estrategia que incluye “apoyar la capacidad de instituciones domésticas e internacionales y organismos multilaterales enfocados en establecer normas globales anticorrupción, la recuperación de activos, la promoción de transparencia financiera, alentar gobiernos abiertos, fortalecer instituciones financieras, establecer marcos de trabajo para prevenir la corrupción en proyectos financieros de desarrollo, y combatir el lavado de dinero, el financiamiento ilícito y los sobornos”.
Asimismo, se apoyará y fortalecerá “la capacidad de la sociedad civil, los medios y otros actores enfocados en la supervisión y rendición de cuentas para que investiguen y analicen las tendencias de corrupción, respalden medidas preventivas, investiguen y destapen actos de corrupción, exijan cuentas a líderes e informen y respalden los esfuerzos de rendición de cuentas y de reforma del gobierno”. Se trabajará para “proveer a estos actores de un ambiente de operación seguro y abierto a nivel nacional e internacional”.
El comunicado insistió en la importancia de trabajar con socios internacionales para “contrarrestar la corrupción estratégica de líderes extranjeros, empresas estatales o afiliadas, organizaciones del crimen trasnacional”.
Agregó que ese país redoblará esfuerzos para incrementar los recursos de asistencia “para investigación, financieros, técnicos y políticos” en aquellos países que muestren el deseo de reducir la corrupción.
También se fortalecerá la capacidad de socios y gobiernos extranjeros “para implementar medidas de transparencia, supervisión y rendición de cuentas, lo que contrarrestará la corrupción y dará a los ciudadanos información útil y accesible respecto de programas, políticas y gasto de gobiernos”.
Refirió que el Gobierno estadounidense promoverá “asociaciones con el sector privado y la sociedad civil para promover las medidas anticorrupción y emprender acciones para prevenirla”.
El memorándum incluyó, como parte de la estrategia combatir “todas las formas de financiamiento ilícito en Estados Unidos y los sistemas financieros internacionales, incluyendo implementar una ley federal para obligar a las compañías en Estados Unidos a reportar sus beneficiarios al Departamento del Tesoro, reducir el secretismo financiero offshore; mejorar el compartir información”; además, “hacer rendir cuentas a los individuos corruptos, las organizaciones criminales trasnacionales y sus facilitadores; incluyendo, cuando sea apropiado, identificar, congelar y recuperar activos robados… y, cuando sea posible y adecuado, devolver esos activos en beneficio de los ciudadanos afectados por la corrupción”.
Biden, en otro comunicado, afirmó que la corrupción “carcome las bases de las sociedades democráticas. Hace menos eficaces a los gobiernos, desperdicia recursos públicos y exacerba las desigualdades en el acceso a los servicios y hace más difícil a las familias poder sacar adelante a sus seres queridos”. Además, “impulsa e intensifica el extremismo y facilita a los regímenes autoritarios corroer la gobernanza democrática”.
Estados Unidos, aseguró el mandatario estadounidense, encabezará poniendo el ejemplo, pero “esta es una misión para el mundo entero”.
En ese sentido, subrayó que “debemos apoyar a los ciudadanos valientes en el mundo que están demandando una gobernanza honesta, transparente”.
Combatir la corrupción, dijo el mandatario estadounidense, “no solo es cuestión de buena gobernanza. Es autodefensa. Es patriotismo, y es esencial para preservar nuestra democracia y nuestro futuro”.