Fiscal revisará los archivos de archidiócesis en EE.UU. por posibles abusos
El fiscal general del estado de Misuri (EE.UU.), Josh Hawley, anunció hoy que llevará a cabo una revisión de los archivos de la archidiócesis de Saint Louis para esclarecer el manejo de la entidad ante supuestos abusos de menores por parte de clérigos.
"Las víctimas de abuso sexual de cualquier tipo merecen que sus voces sean escuchadas y los misurianos merecen saber si han ocurrido malas conductas en sus comunidades", explicó Hawley, que ha recibido una petición de la archidiócesis para que se lleven a cabo esas averiguaciones.
En este sentido, el fiscal estatal comentó que con la invitación para realizar las pesquisas "la archidiócesis demuestra su deseo de ser transparente y de exponer cualquier posible delito", según un comunicado de la fiscalía.
En el escrito, Hawley recordó que las investigaciones judiciales sobre estos hechos recaen en las autoridades locales del estado de Misuri, pero que, debido a la cooperación de la entidad, ha optado por ejercer esta revisión en aras de la transparencia.
La propia oficina del fiscal ha habilitado una web dedicada a recibir denuncias de víctimas de abusos de esa clase.
La noticia se enmarca en un contexto en el que se han conocido múltiples casos de abusos de menores dentro de la Iglesia católica, especialmente tras un demoledor informe de un gran jurado en Pensilvania.
La Corte Suprema de ese estado publicó el pasado 14 de agosto un informe de un gran jurado que documentaba 300 casos de "sacerdotes depredadores" sexuales en seis diócesis, tras investigar denuncias de abusos a menores, elevando el número de víctimas a más de 1.000.
El propio papa Francisco se mostró afectado por los hechos y emitió una carta el pasado lunes, 20 de agosto.
"Si un miembro sufre, todos sufren con él. Estas palabras de san Pablo resuenan con fuerza en mi corazón al constatar una vez más el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas", rezaba la carta de Francisco.