Abigail Disney, la heredera del imperio que no vive como princesa
Walt Disney tenía un sueño que compartió con su hermano Roy Oliver Disney, quien tuvo un hijo llamado Roy Edward y continuó con la tradición de expandir Walt Disney Company. Sin embargo, una de sus cuatro hijos, Abigail, se ha negado a seguir con esa vida de multimillonarios e, incluso, ha dicho que le avergüenza su fortuna.
A diferencia de las personas que nacen en cuna de oro y con la vida muy fácil, Abigail Disney ha pasado su vida en la búsqueda de conseguir -con méritos propios- la manera de generar su propio dinero, pues, según contó en entrevista a "The Cut", cuando era joven sentía pena por la fortuna de su familia, hecho que se sumaba al "complejo de inferioridad respecto a quienes se han ganado realmente su dinero".
Confesó que para ella tener tanto dinero no la hace mejor ni peor que el resto de las personas, una de sus frases es: "Debes recordar que solo eres miembro de la raza humana, como todos los demás, y no hay nada en tu dinero que te haga mejor que nadie. Si no lo sabes y tienes dinero, es el camino al infierno".
Tan convencida está de ello que ha llegado a declarar que, si pudiera, prohibiría los aviones privados porque le recuerda a su familia, quienes se transformaron en otras personas cuando pasaron de la clase media a vida de millonarios.
"Cuando era joven, mis padres no eran personas realmente vistosas. El dinero realmente no los cambió hasta más tarde. En realidad, estaban orgullosos de ser humildes. Querían criarnos con la sensación de que no éramos mejor que nadie. Pero cuando apareció el jet, sentí que mi padre realmente se perdió en la vida".
Ese cambio en su familia le hacía pensar que sus papás y hermanos eran personas completamente diferentes, pues creían que eran superiores a otros solo por tener dinero y ella no pudo con ese estilo de vida. Incluso, confesó que por ese tiempo, su papá, Roy Edward Disney, comenzó a tener problemas con la bebida, pero nadie se acercaba a decirle que necesitaba ayuda para superar ese problema de adicción.
A raíz de ello, Abigail estudió una licenciatura en la Universidad de Yale, pasó por Standford para una maestría y finalmente estudió un doctorado en Columbia. La mujer de 59 años ha buscado abrirse camino en la industria del cine en proyectos que le interesan, por ejemplo: documentales sobre violencia o el empoderamiento de las mujeres. A raíz de eso creó Fork Films, una productora formada por mujeres que se dedica a "producir y financiar documentales poderosos que cambian las perspectivas".
Asimismo, la sobrina de Walt Disney se ha enfocado a defender los derechos de la mujer y realizar donaciones, pues en los últimos 30 años ha cedido aproximadamente 70 millones de dólares a diferentes causas. De hecho, gran parte de ese dinero fue parte de su fortuna que heredó tras la muerte de su papá en 2009.
"He regalado 70 millones de dólares en los últimos 30 años. Estoy orgullosa de eso. Estoy en condiciones de seguir regalando mucho dinero hasta el día de mi muerte. Me alegro de haberlo dado todo", declaró.
Aunque Abigail Disney tiene un gran riqueza, cuya cantidad se desconoce hasta la fecha, ello no le ha impedido tener los pies en la tierra y llevar una vida libre de los lujos; es casi una mujer desconocida pese a llevar el apellido de uno de los hombres más importantes en la historia del entretenimiento, pero esa invisibilidad que posee es uno de sus grandes atributos y una de las cosas que más disfruta.