Kunduz vuelve a la calma tras horas de ataque talibán y 81 muertos

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EFE,  Afghanistan, Kabul, 

La estratégica ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, volvió a la calma tras más de 20 horas de enfrentamientos con los talibanes y ataques aéreos en los que murieron al menos 81 personas, informaron hoy fuentes oficiales.

"Las Fuerzas Especiales de Policía, la Dirección Nacional de Seguridad y los comandos del Ejército llevaron a cabo anoche una operación de despeje calle por calle. Toda la ciudad de Kunduz fue liberada del enemigo", informó en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.

La situación es "completamente normal", los talibanes sufrieron grandes pérdidas y su ataque fue derrotado, añadió.

La embestida de los talibanes se inició sobre las 1.30 horas del sábado (21.00 del viernes GMT) cuando los insurgentes aprovecharon la oscuridad para entrar en Kunduz y tomar varios puestos y viviendas de civiles.

Según el balance oficial, durante la ofensiva 81 personas murieron en Kunduz, incluidos 56 insurgentes, 20 miembros de las fuerzas de seguridad y cinco civiles, indicó Rahimi.

Mientras que 85 personas resultaron heridas, incluidas varios miembros de las fuerzas de seguridad.

El número ofrecido por las autoridades incluye también a las víctimas de un atentado suicida en la ciudad reivindicado por los talibanes contra un jefe policial, en el que murió una decena de personas.

Los ataques paralizaron por completo la ciudad con comercios y oficinas cerradas desde el inicio de los enfrentamientos.

La mayoría de sus servicios públicos, incluidos los de electricidad y telecomunicaciones, se suspendieron y los residentes en las afueras de la ciudad se alejaron de sus viviendas buscando a lugares seguros.

El informe de las autoridades sobre fin del ataque de Kunduz llega al tiempo que los talibanes aseguran que acometieron una nueva ofensiva en la vecina ciudad de Pul-e-Khumri, a menos de 200 kilómetros de los enfrentamientos del sábado.

El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, afirmó hoy en un comunicado que los insurgentes lanzaron un ataque contra la capital del la provincia de Baghlan (norte), en una ofensiva similar a la de Kunduz.

"Pul-e-Khumri está bajo ataque desde las cuatro direcciones desde anoche, todos los puestos de control alrededor de la ciudad fueron capturados. Los muyahidines están dentro de Pul-e-Khumri, la oficina del gobernador provincial está bajo asedio y el enemigo sufrió grandes pérdidas", dijo.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio del Interior en un comunicado rechazó esa aseveración e indicó que los talibanes solo "tomaron posiciones en dos lugares en las afueras de la ciudad de Pul-e-Khumri", sin que el ataque haya cobrado magnitud.

"Nuestras fuerzas especiales y otras fuerzas de seguridad están desplegadas en esos sitios y los atacantes están acorralados, esperamos eliminarlos pronto" añadió.

Una delegación de EEUU anunció hoy que se encuentran en el "umbral del acuerdo" con los talibanes tras diez días de negociaciones en Doha.

Si bien un pacto entre EE UU y los talibanes no significa la instalación de la paz en Afganistán, esto allanaría el camino para que el Gobierno de Kabul y los insurgentes se siente en la mesa a discutir un acuerdo permanente que ponga fin a casi dos décadas de guerra.





Talibanes ponen fin a tregua y ordenan ataques en Pakistán

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Pakistan, Sindh, 

Los talibanes de Pakistán anunciaron este lunes en un comunicado que ponen fin a un alto el fuego acordado en junio con el gobierno paquistaní y ordenaron a los miembros de este grupo islamista que organicen ataques en todo el país.

"Como están habiendo operaciones militares contra los muyahidines en distintas áreas, resulta necesario llevar a cabo ataques en todos los lugares que se pueda en el conjunto del país", indicó el movimiento Tehreek–e-Taliban Pakistan (TTP) en un comunicado.

El TTP había prolongado en junio una tregua de forma indefinida, por los "progresos" registrados en unas negociaciones de paz con representantes del Estado paquistaní que empezaron en mayo en la capital afgana, Kabul, bajo la mediación de los talibanes afganos.

Pero ese alto el fuego no se llegó a respetar, ni por el TTP, que perpetró ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad, ni por el ejército de Pakistán, que siguió persiguiendo a los combatientes talibanes.

El TTP, una entidad separada de los talibanes de Afganistán pero que tiene una ideología parecida, es responsable de decenas de atentados en Pakistán.

Fue creado en 2007 por yihadistas paquistaníes aliados de Al Qaeda que habían combatido junto a los talibanes afganos en los años 1990, antes de oponerse al apoyo brindado por Islamabad a Estados Unidos tras la invasión de Afganistán en 2001.

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Talibanes detienen a sujeto que vendía mujeres como 'servidumbre' en Afganistán

Vendió más de 100 mujeres vendidas antes de que lo detuvieran

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El Universal,  Ciudad De México, Ciudad de México, Mexico, 

Los talibanes detuvieron a un hombre acusado de haber vendido como servidumbre a más de un centenar de mujeres en el norte de Afganistán, tras hacerles creer que se casarían con hombres ricos, indicaron fuentes policiales.

El individuo fue arrestado el lunes por la noche en la provincia septentrional de Jawzjan, dijo a la prensa el jefe talibán de la policía provincial, Damullah Seraj.

"Estamos en los inicios de la investigación. Más tarde esperamos saber más" declaró Seraj.

Mohammad Sardar Mubariz, un responsable local de la policía, explicó a la AFP que el hombre se centraba en mujeres pobres, desesperadas por mejorar su nivel de vida.

Les prometía encontrarles un marido capaz de mantenerlas, y luego las enviaba a otra provincia donde eran vendidas prácticamente como esclavas.

El individuo está acusado de haber traficado con unas 130 mujeres.

El aumento de la pobreza es un gran desafío para el gobierno talibán, en el poder desde agosto. El nuevo régimen trata de contener la criminalidad, con una serie de robos y secuestros recientemente registrados en las grandes ciudades.

En Afganistán entregan a sus bebés de 20 días de nacidos por problemas económicos

La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, denunció que bebés de 20 días de nacidos son entregados en matrimonio en Afganistán para que sus familias puedan sortear las dificultades económicas, en el contexto de un aumento generalizado del riesgo de casamientos forzados para las jóvenes del país.

Incluso antes de la reciente inestabilidad política, los socios de Unicef registraron 183 matrimonios infantiles y 10 casos de venta de niños y niñas durante 2018 y 2019, tan sólo en las provincias de Herat y Baghdis. Los niños y niñas tenían entre seis meses y 17 años, dijo Fore el viernes pasado.

De acuerdo con los datos de la agencia de Naciones Unidas, una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años se han casado antes de los 18 años en un país donde la crisis alimentaria y el inicio del invierno agravaron la situación de las familias. El año pasado, casi la mitad de la población de Afganistán era tan pobre que carecía de nutrición básica o agua potable.

La situación económica extremadamente grave en Afganistán está llevando a más familias a pobreza más profunda y obligándolas a tomar decisiones desesperadas, como poner a los niños y niñas a trabajar y casar a las niñas en edad temprana.

Además, como a la mayoría de las adolescentes, todavía no se les permite volver a la escuela en espera de que los talibanes concreten sus planes educativos tras haber conquistado el país a mediados de agosto, el riesgo de matrimonio infantil es ahora aún mayor.

De momento, el Unicef trabajará con los líderes religiosos para asegurarse de que no estén involucrados en el Nekah (contrato matrimonial) para las niñas, pero también ha llamado a las autoridades talibanes para que tomen medidas concretas para apoyar y salvaguardar a las familias y niñas más vulnerables.



Al menos 25 muertos y 40 heridos tras ataque a hospital militar en Kabul

''Nuestra información inicial sugiere que el ataque fue llevado a cabo por combatientes del EI''

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Las autoridades afganas elevaron a 25 los muertos y 40 los heridos en un ataque suicida con explosivos seguido de un tiroteo este martes en un hospital militar de Kabul, un incidente que los talibanes dieron por finalizado y que atribuyeron al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

"Por desgracia, tenemos 25 muertos en el ataque de hoy contra un hospital militar", dijo a Efe un miembro de los talibanes que pidió el anonimato, y que situó el balance de heridos en al menos 40.

"Nuestra información inicial sugiere que el ataque fue llevado a cabo por combatientes del EI", añadió, antes de darlo por finalizado "después de que las fuerzas de seguridad mataran a los asaltantes".

Un testigo, que pidió el anonimato, afirmó a Efe desde el hospital que "los atacantes utilizaron armas de fuego y granadas de mano para luchar contra los talibanes, pero el ataque ha finalizado y ya no oímos disparos o explosiones".

Según señaló a Efe el portavoz del Ministerio de Interior Qari Sayed Khosty, el ataque comenzó con una explosión inicial frente a la entrada del hospital militar Sardar Mohammad Daoud Khan, situado en el centro de la capital y con capacidad para unas 400 camas.

Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría.

El hospital Sardar Mohammad Daoud Khan es el principal centro hospitalario militar de Kabul, y se encuentra a tan solo unos pocos metros de la embajada de Estados Unidos y del Ministerio de Salud afgano.

Este centro sufrió en marzo de 2017 un ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que causó más de una treintena de muertos y decenas de heridos, después de que un atacante suicida se inmolara en la entrada del hospital.

El suicida abrió paso a otros tres insurgentes que irrumpieron en el recinto y dispararon "indiscriminadamente" hasta que el último de ellos fue abatido por las tropas afganas seis horas y media después del inicio del ataque.

El EI ha reivindicado ataques en al menos ocho de las 34 provincias afganas desde que los talibanes se hicieron con el poder el pasado 15 de agosto.

El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, con unos 170 muertos, tuvo lugar el pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, cuando miles de afganos trataban desesperados de huir del país en alguno de los vuelos de repatriación.

Además un ataque suicida del EI contra una mezquita chií dejó al menos 80 muertos y unos cien heridos en Kunduz el pasado 8 de octubre, y otro atentado similar una semana después en la meridional Kandahar dejó otros 60 muertos.

Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, al estar detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.



A golpes: el método talibán contra adicciones

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

El Talibán, que ahora domina Afganistán sin discusión, se ha propuesto acabar con la lacra de la adicción a los narcóticos, aunque sea por la fuerza.

Al anochecer, combatientes curtidos en batalla y convertidos en policía recorren el submundo de la droga en la capital del país. Bajo los bulliciosos puentes de Kabul, ente montones de basura y arroyos inmundos, cientos de hombres sin hogar adictos a la heroína y las metanfetaminas son reunidos, golpeados y llevados por la fuerza a centros de tratamiento. The Associated Press logró un inusual acceso a una de esas redadas la semana pasada.

La escena ofrecía un atisbo del nuevo orden bajo el control talibán. Los hombres —muchos con enfermedades mentales, según los médicos— se sentaban contra muros de piedra con las manos atadas. Les dijeron que dejaran las drogas o serían golpeados.

Los agresivos métodos fueron bien recibidos por algunos trabajadores de salud, que no han tenido más opción que adaptarse al gobierno talibán. “Ya no estamos en una democracia, esto es una dictadura. Y el uso de la fuerza es la única forma de tratar a esta gente”, dijo el doctor Fazalrabi Mayar, quien trabaja en un centro de tratamiento. Se refería en concreto a los afganos adictos a la heroína y las metanfetaminas.

Después de que el Talibán tomara el control del país el 15 de agosto, el Ministerio de Salud talibán emitió una orden para esos centros recalcando sus objetivos de controlar con firmeza el problema de la adicción.

Los detenidos, delgados y con la mirada perdida, eran un reflejo de vidas afganas perdidas por una accidentada sucesión de guerra, invasión y hambre en el país. Eran poetas, soldados, comerciantes, campesinos. La mayoría de la heroína del mundo procede de los grandes campos de amapolas de Afganistán, y el país se ha convertido en un importante productor de metanfetaminas.

Viejos o jóvenes, pobres o antes adinerados, los talibanes ven a todos los adictos del mismo modo: una mancha en la sociedad que quieren crear.

Pero la guerra del Talibán contra la droga se ve complicada por la perspectiva de un colapso económico y una catástrofe humanitaria inminente. Las sanciones y la falta de reconocimiento han hecho que Afganistán, un país dependiente de la ayuda exterior desde hace años, no pueda optar al apoyo financiero de organizaciones internacionales que suponían 75% del gasto estatal.

Aunque el Talibán siempre ha negado tener lazos con el tráfico de drogas, durante los años de insurgencia se beneficiaba del comercio de amapolas cobrando impuestos a los traficantes. Una investigación de David Mansfield, experto en el narcotráfico en Afganistán, sugiere que el grupo ganó 20 millones de dólares en 2020, una pequeña fracción de sus ingresos por otros impuestos.

Ahora, en el poder, retomó su mano dura con los adictos.

En una noche reciente, varios combatientes registraron un refugio bajo un puente en la zona de Guzargah, en Kabul. Con los rifles al hombro y cables a modo de látigos, ordenaron a los hombres que salieran de sus sucios cobertizos. Al final había al menos 150 detenidos. A medianoche los llevaron al Hospital Médico Avicena para Tratamiento contra las Drogas, a las afueras de Kabul, con espacio para mil internos.

Los hombres fueron detenidos y bañados. Les afeitaron la cabeza. Ahí comenzaba un programa de tratamiento de 45 días, dijo el doctor Wahedullah Koshan, siquiatra jefe. Les esperaba el síndrome de abstinencia, con apenas algo de atención médica para aliviar el dolor y la incomodidad. Koshan admitió que el hospital carecía de opioides alternativos, buprenorfina y metadona, normalmente utilizadas para tratar la adicción a la heroína. Su personal no ha cobrado desde julio, pero señaló que el Ministerio de Salud había prometido que los pagos llegarían.

El Talibán tiene objetivos más ambiciosos. “Esto es sólo el principio, después iremos a por los productores, y les castigaremos de acuerdo con la ley [islámica] sharía”, dijo Qari Ghafoor, que dirigía la patrulla. En el hospital hay 700 pacientes que vagan por las salas como fantasmas. Algunos dicen que no les dan suficiente comida. Los médicos dicen que el hambre forma parte del síndrome de abstinencia. La mayoría de sus familias no saben dónde están.

Sitara llora cuando se reúne con su hijo de 21 años, que llevaba 12 días desaparecido. “Mi hijo es toda mi vida”, dice entre lágrimas mientras lo abraza. De vuelta en la ciudad, bajo un puente del vecindario de Kotesangi, los adictos viven de forma precaria al abrigo de la oscuridad, con miedo al Talibán. Una noche, fumaban junto al cuerpo de un hombre. Estaba muerto. “No es importante si algunos mueren”, dijo Mawlawi Fazullah, funcionario talibán. “Otros se curarán. Una vez curados, pueden ser libres”.



Exhiben talibanes cadáveres colgados de cuatro secuestradores

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El Universal,  Afghanistan, Kabul, 

Los talibanes colgaron los cuerpos de cuatro secuestradores de unas grúas después de matarlos el sábado durante un tiroteo en Herat, en el oeste de Afganistán, informó un alto responsable.

El vicegobernador de la provincia de Herat, Mawlawi Shir Ahmad Muhajir, señaló que los cadáveres de los hombres fueron exhibidos en varias plazas públicas el mismo día que fueron asesinados para dar una "lección" de que el secuestro no será tolerado.

Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban cuerpos ensangrentados en la parte trasera de una camioneta mientras una grúa levantaba a un hombre.

Una multitud de personas observó cómo los combatientes talibanes armados se reunían alrededor del vehículo.

Otro video mostraba a un hombre suspendido de una grúa en una rotonda importante de Herat con un cartel en el pecho que decía: "Los secuestradores serán castigados de esta manera".

La exhibición en varias plazas de la ciudad es el castigo público de mayor notoriedad desde que los talibanes llegaron al poder el mes pasado y es una señal de que los islamistas de la línea dura adoptarán medidas temibles en consonancia con su anterior gobierno de 1996 a 2001.

Muhajir precisó que las fuerzas de seguridad fueron informadas de que un empresario y su hijo habían sido secuestrados en la ciudad el sábado por la mañana.

La policía cortó las carreteras fuera de la ciudad y los talibanes detuvieron a los hombres en un puesto de control, donde "se produjo un tiroteo", indicó.

"Como resultado de unos minutos de enfrentamiento, uno de nuestros muyahidines resultó herido y los cuatro secuestradores murieron", prosiguió Muhajir en una declaración grabada enviada a la AFP.

"Somos el Emirato Islámico. Nadie debería dañar a nuestra nación. Nadie debería secuestrar", recalcó el talibán en el video.

Muhajir aseguró que antes del incidente del sábado hubo otros secuestros en la ciudad y que los talibanes habían rescatado a un niño.

Un secuestrador murió y otros tres fueron arrestados, dijo, aunque en otro caso los talibanes "fracasaron y los secuestradores pudieron ganar dinero."

"Nos entristeció mucho porque mientras estamos en Herat, nuestra gente está siendo secuestrada", afirmó Muhajir.

"Para que sea una lección para otros secuestradores de no secuestrar ni acosar a nadie, los colgamos en las plazas de la ciudad y dejamos claro a todos que todo el que robe o secuestre o haga alguna acción contra nuestro pueblo será castigado", concluyó.

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