Un par de atacantes suicidas estrellaron el martes dos vehículos cargados de explosivos contra una instalación de seguridad en el noroeste de Pakistán.

El Gobierno interino ha suspendido temporalmente los servicios de internet y telefonía móvil en todo el país por motivos de seguridad.

Un atacante suicida se inmoló el lunes en el interior de una mezquita abarrotada en un complejo de seguridad altamente fortificado de Pakistán.

Los talibanes ordenaron a los miembros de este grupo islamista que organicen ataques en todo el país.

El acceso a la asistencia médica de emergencia se ha visto gravemente obstaculizado por las carreteras bloqueadas, los edificios dañados.

Información oficial ha revelado que hay ya más de mil muertos y mil 527 heridos.

Al menos 20 personas murieron, la mayoría mujeres, y otras 30 estaban desaparecidas.

El hombre estaba destinado a pasar toda su vida en la cárcel.

El menor habría quitado la vida a su madre de 45 años, a sus hermanas de 14 y 10 años, y a su hermano de 22 años.

Al menos 21 personas murieron atrapadas en el interior de sus vehículos, en un gigantesco atasco causado por decenas de miles de visitantes.