Venezolanos requieren al menos 37 salarios mínimos para cena navideña
Cálculos preliminares advirtieron que cada familia necesita 37 salarios mínimos en 2019 para adquirir la cesta básica de Navidad en Venezuela, en un aumento imparable del costo de la vida y una situación desesperante para los casi 27 millones de venezolanos que todavía se resisten a migrar a otros países.
El dramático escenario de subsistencia socioeconómica, descrito en informes del (no estatal) Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDAS), mostró a noviembre pasado que un trabajador venezolano requirió más de un salario mínimo diario para poder alimentar a su núcleo familiar. La cesta navideña de 2018 costó 37 salarios o 415 dólares con 84 céntimos.
Para adquirir únicamente la canasta alimentaria, en noviembre de 2019 en Venezuela también se necesitaron 37 salarios mínimos. El sueldo por mes quedó a partir del pasado primero de octubre en 150 mil bolívares (moneda venezolana) y solo permitió comprar los alimentos para apenas tres días o el 2,7% en noviembre. En una mezcla de inflación y devaluación, un salario mensual a noviembre de 2019 correspondió a 3 dólares con 84 céntimos, mientras que la canasta superó los 5,5 millones de bolívares o el equivalente de 142 dólares con 20 céntimos, para un alza del 30,3% con respecto al mes anterior y de 14,2% de septiembre a octubre, precisó CENDAS.
Con unos 4,5 millones de venezolanos que en los últimos cuatro años engrosaron el éxodo hacia el exterior por la crisis socioeconómica, política e institucional, el resto permanece en un calvario en el país con las mayores reservas petroleras probadas del mundo y es rico en recursos minerales, como oro, diamantes, hierro, carbón, bauxita, níquel, titanio, zinc y cobre.
El valor de la alimentación básica llegó a 187 mil 769 bolívares al día en noviembre de 2019 frente a 141 mil 763 bolívares diarios en octubre de este año, cuando un sueldo mínimo pudo obtener solo el 3,5% del costo, informó CENDAS a EL UNIVERSAL. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó a mediados de octubre anterior que la inflación de Venezuela cerrará 2019 en 200 mil% y aumentará a 500 mil% en 2020: es la mayor del planeta.
Venezuela está acorralada por la hiperinflación desde noviembre de 2017, en un fenómeno que estimuló una multitudinaria migración al exterior. El FMI redujo sus cálculos sobre el incremento del índice de precios al consumidor, tras predecir inicialmente que en 2019 sería de 10 millones porcentuales y luego de un millón porcentual.
La situación venezolana se agravó descontroladamente desde al menos 2014 con violencia política e inestabilidad institucional, en un lío por las pugnas democráticas que se complicó por un conflicto socioeconómico de generalizado desabasto y encarecimiento de medicinas, alimentos y artículos esenciales. En una paralización productiva el proceso avanzó paralelo al desplome de los ingresos de Venezuela por la exportación de petróleo, que aporta cerca del 95% de sus ingresos en divisas.
El gobierno venezolano acusó a Estados Unidos y a la oposición de Venezuela de desplegar una "guerra económica" en contra del proceso revolucionario socialista que comenzó a ser instalado en 1999 por Hugo Chávez, líder de ese país fallecido en 2013, y de imponer sanciones financieras a las que Caracas culpa de la crisis.